Maduro no logra frenar devaluación del bolívar

Maduro no logra frenar devaluación del bolívar

(Foto AFP)

En Venezuela no se puede medir la devaluación con datos oficiales debido al control de la información. Pero está claro que el bolívar se debilita y que se corre peligro de que se dispare la inflación, que ya de por sí es alta.

Desde que existe el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad), mecanismo cambiario legal y adicional a la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), no se hace pública la tasa de cambio a la cual se asignan las divisas a través de una subasta. La ley prohíbe, además, a los beneficiarios divulgar esa información.

Sin embargo, en la más reciente subasta, del 17 de julio, las tasas promedio fueron de 10,7 bolívares para particulares y 11,7 bolívares para empresas, muy por encima de los 6,30 bolívares de la tasa oficial, según indicaron los medios locales y las bancas de inversión internacionales.





El Sicad confirmó que adjudicó 215,3 millones de dólares, 180,5 millones de dólares a 1.085 empresas y 34,8 millones de dólares a 21.916 personas naturales.

Una tasa de 10,9 bolívares fuertes por dólar indicaría que la devaluación en Venezuela durante los primeros tres meses de Nicolás Maduro en el Palacio de Miraflores llega al 73%.

La existencia del dólar paralelo en una economía como la venezolana es una realidad a la que no se puede sustraer el país, por más que existan el control de cambios y la satanización de la información acerca de este mercado.

La “lechuga verde”, como le llaman en la calle y en algunos medios de comunicación al dólar paralelo porque está penalizado nombrarlo y divulgar su cotización, se cotiza a “más de cinco veces” el valor de la tasa oficial, según dijo a la Associated Press el ex gerente de investigaciones del Banco Central de Venezuela, José Guerra.

Si nos atenemos a esos datos, no oficiales pero que se sienten en el diario vivir del consumidor de a pie, podemos decir que la devaluación nominal es del 34,75% en los primeros 100 días del gobierno de Maduro, los cuales se cumplen el sábado.

Consecuencia de lo anterior, las condiciones están dadas para que la inflación se desborde en desmedro del poder adquisitivo del bolívar fuerte.

Es tal la falta de abastecimiento de los productos básicos de la canasta familiar, desde la harina de maíz hasta la carne, que la regulación de su venta se ha vuelto un foco más para la especulación con los precios.

“La arepa, que podríamos decir es el alimento nacional, va camino de convertirse en un artículo de lujo. Y la carne, que es otro producto que escasea, es prácticamente inalcanzable”, comentó Francisco Alvarado, ingeniero electrónico de 35 años que vive en Canadá y que recientemente hizo un viaje de trabajo a Caracas.

Y no es para menos. Hace apenas un par de semanas había almacenes de cadena vendiendo la carne a precios de entre 65 bolívares y 70 bolívares el kilogramo, cuando la regulación del gobierno indica precios de 27,29 bolívares para la carne de primera y de 18,46 bolívares para el producto de menor calidad, antes del impuesto a las ventas (IVA).

El Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) confirma en su página de internet que “adelanta operativos para evitar la especulación y sancionar a quienes incurran en esta práctica”.

“Tuve que ser vegetariano el tiempo que estuve allá porque, además de lo costosa, la carne está racionada. No venden más de cuatro bandejas (unos dos kilos) por familia”, aseguró Alvarado.

Pero hay que agregar que el primer ataque directo al bolsillo de los venezolanos llegó antes de que se cumpliera el primer mes de Maduro en la presidencia. El 14 de mayo entró en vigencia un aumento del 20% en los precios controlados del pollo, la carne y el queso. AP