Dieciséis meses después de su apertura, el museo Titanic Belfast, una de las mayores exposiciones del mundo sobre el malogrado transatlántico, celebró la llegada del visitante número un millón a este centro interactivo de la capital de Irlanda del Norte.
El Titanic Belfast está situado en el llamado Barrio del Titanic, junto a los astilleros de Hartland & Wolf, donde se construyó el mítico buque, en su día el objeto móvil más grande del mundo, y cuyo viaje inaugural a Nueva York se vio interrumpido en la madrugada del 15 de abril de 1912 tras chocar con un iceberg frente a las costas de Terranova.
Su construcción, la historia de la ciudad y de su hundimiento, que provocó 1.517 muertes, así como el legado del Titanic son abordadas en este moderno centro de interpretación de seis plantas y 14.000 metros cuadrados que tiene la forma de cuatro proas, todas de la misma altura que tenía el auténtico buque desde la quilla hasta la cubierta.
El “billete premiado” con la redonda cifra del millón correspondió a la turista irlandesa Ciara Harmon, quien fue recibida en el Titanic Belfast por su consejero delegado, Tim Husbands, y el alcalde de la ciudad, Máirtín Ó Muilleoir.
“Es increíble pensar que el Titanic Belfast recibió hace poco a su visitante número 500.000, durante el año del centenario, y ahora ya hemos llegado a la cifra de un millón”, destacó Husbands.
Según el directivo, el museo ha tenido turistas de hasta 145 países, prueba, dijo, del “atractivo de Belfast como un nuevo destino turístico vibrante y seguro de sí mismo”, que ha enterrado definitivamente la imagen conflictiva del pasado.
También Ó Muilleoir celebró la “extraordinaria cifra” de visitantes alcanzada por una atracción turística que ha “transformado” la capital norirlandesa.
“Nuestra ciudad está muy orgullosa del Titanic Belfast, reconocido ahora como uno de los edificios más icónicos del mundo y un símbolo de nuestra renovada confianza como destino internacional”, señaló el dirigente del Sinn Fein, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).
La afortunada, por su parte, se declaró un “poco sorprendida” cuando le comunicaron que había comprado la singular entrada, pero aseguró que la visita se ha convertido en “una ocasión memorable”.
“Es increíble ver cuánto ha cambiado Belfast. Es una ciudad maravillosa. La exposición es fantástica, con tantos detalles sobre la historia de Titanic. Solo cuando la visitas te das cuenta de la magnitud del impacto que ha tenido el Titanic sobre el mundo”, afirmó Harmon. EFE