La sentencia no es firme y Adolfs, de 75 años, ya ha anunciado que seguirá defendiendo su derecho a fumar y a mantener su casa, pero ha perdido la primera batalla judicial a pesar de haber conseguido en los últimos meses el respaldo de asociaciones de fumadores y restaurantes en su “Land” de Renania del Norte-Westfalia.
Sin embargo, el dueño del edificio decidió llevarle a los tribunales para rescindir ese contrato aduciendo que el humo, que salía por la puerta de la vivienda y no por las ventanas, generaba “malos olores desmedidos e insoportables” en la escalera.
Con este argumento ha convencido al juzgado de primera instancia de Düsseldorf, ante el que Adolfs alegó que no podía hacer nada al respecto porque la puerta del piso no era hermética.
Adolfs subraya que siempre ha fumado, que nunca ha molestado a nadie y que su esposa, que murió hace dos años, también era fumadora, con lo que el problema, de existir, debería haber sido mayor en el pasado.
El objetivo del casero, a su juicio, es desembarazarse de él para alquilar el piso más caro y no va a rendirse.
Los medios alemanes debaten hoy sobre la polémica sentencia mientras que simpatizantes del anciano han comenzado a recaudar dinero para ayudarles a pagar las costas del proceso.
El pasado 1 de mayo entró en vigor en Renania del Norte-Westfalia una nueva y restrictiva ley antitabaco que prohíbe fumar en bares y restaurantes sin excepciones, algo todavía permitido en otros “Länder” del país. EFE