Una de las crisis más típicas que se producen en las parejas se da durante la convivencia en vacaciones. Algo que empieza con mucha ilusión puede acabar en una ruptura en muy pocos días, ya la situación es muy propicia para desencadenar una guerra que lleva a tomar decisiones precipitadas que no se han pensado bien. Para evitarlo, te damos unos consejos.
El problema empieza con que para muchas de ellas éste el único periodo al año que pasan juntas todo el día, y es algo a lo que no están acostumbradas. Podemos llegar a las vacaciones pensando que todo va a ser maravilloso y nos encontramos con que no es así. Hay que ver las cosas reales, ponernos en el lugar del otro y adaptarnos.
Estamos de vacaciones, así que lo mejor es relajarse y disfrutar, nada de discutir por todo. Hay que pensar en convertirlas en un tiempo para conocer mejor al otro, descubrir cosas que de otra forma no sabríamos de nuestra pareja. Dedicarnos a querernos juntos.
Pero si aún así la situación al final te supera, es mejor hablarlo y buscar una solución. El buscar un rato cada día para estar solos y hacer algo que nos guste y al otro no puede ser una forma de calmarnos. Piensa que estáis ahí juntos porque os queréis, y que eso es lo principal, así que paciencia, que las vacaciones por desgracia no duran toda la vida.
Nosotras