Dreamworks Animation, los estudios que hicieron una de las mayores franquicias de Hollywood contando las historias de un ogro verde llamado Shrek, se han convertido de repente en uno de los principales participantes en el mercado de acuerdos del mundo del ocio.
En el último año, ha comprado una red de YouTube dirigida a adolescentes y se ha hecho con una empresa que controla personajes tan conocidos como la perra Lassie o el fantasma Gasparín.
Además, ha adquirido los derechos de la franquicia de juguetes Troll y en junio firmó un contrato para producir una serie de televisión para el servicio de vídeos de visión directa Netflix. También planea construir un centro de ocio de 3.000 millones de dólares (unos 2.259 millones de euros) con unos socios en China.
Y aún no ha terminado
“Habrá más acuerdos, desde luego”, dijo el presidente ejecutivo, Jeffrey Katzenberg, en una entrevista. “Nunca he visto más oportunidades de impulsar nuestra marca en nuestros 19 años en el negocio”.
Katzenberg no revela cuál es la siguiente en la lista, ni si prefiere comprar o asociarse con otras empresas. Aún está en el aire la posibilidad de tener un canal de cable, “pero todavía no hay nada ahí fuera para nosotros”.
Hace unos años, Dreamworks estudió venderse a una empresa de medios mayor con la esperanza de convertir su canal de cable en uno que diera sus películas o series, según se publicó entonces.
Esta racha compradora llega en un momento en el que el mercado de las películas animadas está tan saturado con productos apoyados por los estudios que la obra más reciente de Dreamworks, “Turbo”, se estrenó cuando ya había otras dos películas animadas ya en cartel.
“Turbo” acabó con unas ventas de entradas flojas de 21 millones en EEUU y Canadá en su primer fin de semana. Este mismo año, Dreamworks hizo una provisión de 87 millones por su “Rise of the Guardians”, así como un cargo por otros 54 millones para reelaborar “Me & My Shadow”.
Dreamworks espera que las compras puedan ayudarla a expandir su popular franquicia, con “Shrek” y “Kung Fu Panda”, más allá de la gran pantalla a la televisión, juguetes e incluso parques temáticos. Es una fórmula que ayudó a convertir Walt Disney en el mayor grupo de medios, con un valor de mercado de 118.000 millones de dólares. En comparación, Dreamworks tiene un valor de mercado de unos 2.300 millones
Los inversores han recibido bien la estrategia de diversificación, y sus acciones han subido un 50 por ciento en el último año.
Este año, Dreamworks espera conseguir 100 millones de dólares en ingresos por sus asociaciones en televisión, sin incluir los de AwesomenessTV, la red de YouTube orientada a adolescentes que adquirió en mayo.
Pero Katzenberg, que encabezó los estudios de Disney durante una década hasta 1994, niega que esté tratando de recrear una versión moderna del imperio del entretenimiento.
“Los tiempos han cambiado, esto es totalmente distinto”, afirmó. “Lo que teníamos en común era una marca grande, cierto contenido genial y muchas oportunidades para expandirse”. Reuters