El expresidente sudafricano Nelson Mandela, de 95 años, cumple hoy dos meses hospitalizado sin nuevas noticias sobre su pronóstico, que sigue siendo crítico, pese a las mejoras experimentadas en los últimos días.
El antiguo estadista recibió hoy la visita de su nieta Ndileka Mandela en el Medi-Clinic Heart Hospital de Pretoria, donde fue ingresado el pasado 8 de junio al recaer de una infección pulmonar.
Un grupo de ciudadanos también se acercó a las puertas del centro sanitario para dejar mensajes de apoyo al primer presidente negro de Sudáfrica, aunque la afluencia de visitantes es ahora mucho menor que la que se registró en las primeras semanas de su ingreso.
La Policía sigue registrando todos los vehículos que entran en el aparcamiento del hospital y algunos periodistas extranjeros están de guardia en la calle de acceso, según la agencia local de noticias Sapa.
En el último parte oficial, divulgado el pasado 30 de julio, la Presidencia de Sudáfrica informó de que Madiba -nombre del clan del exactivista, por el que se le conoce en Sudáfrica- “continúa mejorando”, aunque sigue “en estado crítico, pero estable”.
El pronóstico de Mandela pasó de “grave pero estable” a “crítico” el pasado 23 de junio.
El icono de la lucha contra el régimen racista del “apartheid” (segregación racial) pasó su 95 cumpleaños en el hospital el pasado 18 de julio, día en el que recibió homenajes y felicitaciones de cientos de miles de sudafricanos y de líderes y ciudadanos de todo el mundo.
Madiba fue elegido en 1994 primer presidente negro de Sudáfrica, tras estar 27 años encarcelado en las prisiones del régimen del “apartheid”, donde contrajo los problemas pulmonares que ahora padece.
Mandela obtuvo en 1993 el premio Nobel de la Paz junto al último presidente del “apartheid”, Frederik de Klerk, por la apuesta de ambos por la reconciliación y la convivencia, tras más de tres siglos de dominación de la minoría blanca en Sudáfrica.
Esta es la cuarta hospitalización de Mandela desde el pasado mes de diciembre. EFE