Seguridad en casa

Seguridad en casa


Evitar robos se puede resumir impedir que los amantes de lo ajeno entren en nuestra casa y principalmente en las horas en que dormimos o no estamos en ella. Veremos dónde actuar y cómo.

La puerta

– Las puertas blindadas que solemos tener en las casas aportan buena seguridad. Pero debemos recordar siempre que es básico cerrar con todas las vueltas la cerradura. Si simplemente dejamos el resbalón de la puerta, con una simple radiografía se puede abrir.
– No está de más disponer de dos cerraduras en la puerta. Un ladrón siempre preferirá una puerta más sencilla.
– Se puede vincular la iluminación del recibidor o de una habitación contigua a la apertura de la puerta (como ocurre en las neveras). El intruso lo verá más complicado si cree que puede haber alguien en casa.
– Sin duda la mirilla o una cadena nos darán margen para identificar a alguien que llama y con pocas herramientas podemos instalarlas.

Ventanas

– Es un acceso más sencillo de lo que parece. Aún en verano debemos tener precaución si desde la cubierta o escalando pueden llegar a la ventana. Si queremos dejarla abierta, bajando la persiana nos aseguramos de que el intruso deba de hacer demasiado ruido para entrar.
– Las persianas autoblocantes impiden que se pueda forzar fácilmente el acceso. En áticos o bajos son muy recomendables. La otra opción es la tradicional reja.

Alarmas

– Es un negocio en auge que nos da muchas alternativas. Debemos valorar si será suficiente disuasión para el ladrón y si su coste es admisible. Para ello debemos analizar los diferentes niveles de seguridad que existen.
Cajas Fuertes

– Son la última barrera, pues ya tendremos al ladrón en casa. Lo más recomendable es disponer de dos. Una sería “sacrificable”, colocada en un lugar escondido pero previsible de alguna manera y sería el cebo para que los cacos se dieran por satisfechos, por lo que no hay que volverse loco con su instalación. Mientras otra, más escondida, mantendría a buen recaudo lo realmente importante.

Comportamiento

Aunque resulte increíble el mejor método de seguridad es seguir ciertas reglas de comportamiento que deberían ser parte del sentido común.
– No hacer patente que no estamos en casa. El correo no debe amontonarse en el buzón, las persianas no deben quedarse bajadas, …
– Tener vecinos y saber quienes son. La puerta de al lado, sin necesidad de grandes amistades, es el mejor seguro para nuestra casa igual que nosotros lo somos para nuestro vecino.

Y si ya no hay más remedio recordemos que muchos seguros como el de la casa, o de muchas tarjetas de crédito, disponen de cobertura frente a robos. Aunque reconozcamos que lo mejor es no llegar a saber si tenemos esa cobertura.

Jorge García/ Diario Femenino

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