Marta Colomina: “Majestad institucional” y gansterismo político

Marta Colomina: “Majestad institucional” y gansterismo político

Como era de esperarse, la sala constitucional (sc) del tsj (con minúscula) desechó las impugnaciones contra los fraudulentos comicios presidenciales del 14-A “al declarar inadmisibles” las acciones del excandidato presidencial Henrique Capriles, la MUD y varios ciudadanos, por considerar que “no hay pruebas suficientes”. La presidenta del tsj, magistrada Gladys Gutiérrez, informó que la demanda del Comando Simón Bolívar fue rechazada, entre otras cosas,“por contener acusaciones que buscan minar la credibilidad de las instituciones ante los ciudadanos”. Unánimemente los 7 magistrados de la sc dictaminaron que Henrique Capriles habría incurrido “en irrespeto a la majestad del Poder Judicial” por decir que hubo, por parte del tsj, una decisión de “premeditada parcialidad”. Por si les pareció poco negarnos la justicia a la que tenemos derecho nuestro candidato y sus más de 8 millones de electores, decidieron multar a Capriles por la cantidad de cien unidades tributarias, equivalentes a 10.700 bolívares, límite máximo establecido en la Ley Orgánica del tsj“por cuanto la Sala Constitucional estima de la mayor gravedad los pronunciamientos ofensivos contenidos en el escrito libelar”. Y hay más: los 7 decidieron solicitar a la verduga encargada de perseguir a la disidencia, la fiscal general, abrirle a Capriles una investigación penal (¿qué habrían hecho si los hubiera llamado “plasta”?).

A juzgar por su reacción contra la “premeditada parcialidad” que ellos mismos ratificaron con su “inadmisibilidad”, diríase que estamos ante 7 impolutos y venerables dechados de integridad, imparcialidad, honorabilidad, pundonor y respetabilidad. Veamos: Gladys Gutiérrez ha desempeñado tareas políticas por su militancia en el golpista MBR 200 y el PSUV después. Fue candidata a cargo de elección popular por el PSUV en Nueva Esparta; jefe de la Secretaría del Consejo de Ministros con Chávez, quien la nombró cónsul y embajadora en España y luego procuradora de la República, cargo del que ahora es titular Cilia Flores. Del inefable Carrasquero poco debemos decir que no sepamos: gracias alhappy end del “revocatorio” cuando era presidente del cne, escaló hasta el tsj.Otro de los 7 es Juan José Mendoza, quien “renunció” al PSUV y a su curul, para saltar raudo a la “majestad” del tsj. ¿Qué decir de Luisa Estella Morales, 2 veces expulsada del Poder Judicial por supuesta corrupción, “credencial” que la catapultó a la Presidencia del tsj, donde violó reiteradamente la Constitución para convertir a Maduro en presidente, incumpliendo los artículos 57 y 58 de la Ley Electoral, que lo obligaban a separarse del cargo, como señala el Instituto de Altos Estudios Europeos (IAEE), veedores del 14-A: “Tampoco se cumplieron los requisitos del artículo 227 de la Constitución, contraviniendo el 229”. La sc del tsj “habría incurrido en la conducta tipificada en el art. 25 de la Constitución que ha jurado defender y garantizar: Todo acto dictado en ejercicio del poder público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley, es nulo; y los funcionarios que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa”. El IAEE concluye que “todo el proceso electoral del 14-A estuvo viciado de nulidad”

“La decisión del tsj nos dejó claro y convencidos de que ganamos el 14-A” -dice Capriles. El rechazo de la sc “por no haber pruebas suficientes” omite la constancia de que fueron afectados 419.545 electores en 5.729 mesas, con 21.562 actas de escrutinio. Delitos electorales señalados también en los informes Carter e IAEE, que cne y tsj han ignorado. Propósito inútil porque esvox populi en el mundo que el cne y el tsj no son árbitros imparciales, sino fichas del gobierno, como lo es la AN, donde el cne convirtió en mayoría al chavismo con el 48% de los votos y minoría a la oposición con el 52%.





El populismo venezolano -dice Mires- como le ocurrió al peronismo de Isabel Perón, o a Fujimori y Montesinos- ya ha entrado a su fase delictiva de vida: la del gangsterismo político. Los sondeos indican que Capriles supera con creces a Maduro. “Baste decir -concluye Mires- que mientras para el chavismo de Chávez las elecciones eran un procedimiento necesario para la acumulación de poder, para el chavismo de Maduro las elecciones serán, ya se está viendo, un obstáculo para mantenerse en el poder”. Por eso debemos votar el 8-D, aunque estén los mismos gángsteres políticos. Nuestro voto masivo será gran obstáculo para que estos delincuentes sigan en el poder, reforzándolo con la protesta ciudadana contra el 61% de inflación en alimentos, 25 mil crímenes este 2013, escasez insufrible y saqueo rojo. 

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