Al menos una persona murió hoy y trece están dadas por desaparecidas tras el paso del tifón “Utor” por el norte de Filipinas con vientos de 150 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 185 kilómetros por hora, porque perdió fuerza al tocar tierra.
Las autoridades han rebajado el número de desaparecidos de 23 a 13 después de que el grupo dado por perdido en Catanduanes lograse regresar a puerto con vida
“Labuyo (su nombre para los filipinos) ha atravesado Nueva Vizcaya, Benguet y La Unión en su camino hacia el mar al oeste de Filipinas. Abandonó el territorio de La Unión este lunes por la tarde”, dijo a los medios locales Rene Paciente, de la Administración Filipina de Servicios Atmosférico, Geofísico y Astronómico (PAGASA).
Cortes de luz, clases suspendidas, carreteras cortadas, árboles caídos y áreas inundadas son algunos de los efectos causados por “Utor” tras entrar en el país esta madrugada acompañado de copiosas precipitaciones.
Siete pescadores están desaparecidos en Bolinao y otros seis en Pangasinan.
El número de damnificados ha subido a 1.895 en el último boletín del Consejo Nacional de Prevención y Reducción de Desastres, el de las 17.30 hora local (09.30 GMT), mientras que las autoridades aún evalúan los daños a infraestructuras y edificios.
En la provincia de Aurora, por donde entró el huracán, hay 111 casas destruidas y 562 dañadas.
“Utor”, el tifón más fuerte que se presenta en Filipinas este año, se encontrará mañana en el mar de China Meridional camino de territorio chino.
Entre 15 y 20 tifones visitan Filipinas todos los años durante la estación de las lluvias, que comienza sobre mayo o junio y acaba en noviembre, o se prolonga hasta diciembre, como ocurrió en 2012 con “Bopha”, que causó más de 1.000 muertos, 850 desaparecidos y seis millones de afectados.
La deforestación, la proliferación de yacimientos mineros ilegales, la escasez de infraestructuras y el chabolismo incrementan los efectos devastadores de los tifones y las inundaciones que afectan al archipiélago durante la época del monzón. EFE