Si eres de las que madrugan antes de que salga el sol, no puedes permitir que una gota de sueño te afecte en todo el día. Radiante y descansada es como tienes que lucir, y eso no siempre es sencillo.
#1 Estirarse: Algunos movimientos lentos y posturas de yoga ayudarán al cuerpo a revitalizarse suavemente.Giros simples y estiramientos harán que tu cabeza también se concentre en comenzar con mucha energía el día.
#2 Hacer ejercicios: Luego de los primeros movimientos de estiramiento para despertarte, puedes hacer algunos ejercicios para ayudar a que la sangre fluya mejor al empezar el día. Algunas vueltas en la bicicleta fija, flexiones y saltos son opciones.
#3 No beber tanto café: Es de conocimiento general que la cafeína ayuda a despertarse y recargar energías durante el día. Pero el exceso, es decir, más de dos tazas, puede resultar con el resultado contrario.
#4 Rehidratarse: Cuando duermes, el cuerpo consume sus reservas de agua, por lo tanto, a la mañana, tienes que recuperar esa hidratación perdida.
#5 Ser consistente con el sueño: El cuerpo es un organismo que se programa y acostumbra a las rutinas. Ir a la cama y levantarse siempre a la misma hora lo volverá más consistente.
Regular las horas de sueño hará que sea más fácil despertar, y te ayudará a sentirte menos cansada durante el día.
#6 Comenzar el día con música suave: Si comienzas el día con el irritante sonido del reloj despertador, tal vez te quedes con la tensión de semejante ruido.
#7 Relajarse: Las luces brillantes como las de la pantalla de la televisión y computadora, no ayudan a conciliar el sueño por la noche.
Para descansar mejor y levantarte radiante, apaga todos los artículos electrónicos luminosos al menos una hora antes de ir a dormir, y conseguirás un sueño más profundo y calmado.
#8 Ducharse en la mañana: Después de los ejercicios matutinos, date una ducha refrescante.
#9 Desayunar: El desayuno es la comida fundamental del día. Luego de una noche de ayuno, el cuerpo necesita recuperar la energía para comenzar a moverse.
#10 Respirar profundamente: Muchas veces, antes de terminar de abrir los ojos, pensamos en todas las cosas que nos depara el día. Para que ello no te llene de ansiedad y entorpezca tu día, tómate los primeros minutos del día para realizar una serie de respiraciones profundas, calmar tu cuerpo y tu mente.
Vía Imujer