Estados Unidos entregó el martes a México a Sandra Avila Beltrán, alias “La Reina del Pacífico”, después de que cumplió una sentencia de 70 meses de cárcel por asociación delictuosa relacionada con narcotráfico, pero seguirá detenida en su país para enfrentar otro proceso judicial.
Avila fue detenida en México en el 2007 acusada de ser una de las principales intermediarias para la cocaína que enviaba el cártel colombiano del Norte del Valle a México y que el poderoso cártel de Sinaloa introducía a Estados Unidos, a donde fue extraditada en agosto del año pasado.
La mujer fue repatriada a México desde El Paso, Texas, en un avión que cada semana traslada deportados voluntarios (inmigrantes que fallaron en su intento de emigrar a Estados Unidos y deciden regresar) y entregada a policías de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía federal).
Posteriormente fue llevada a un penal femenil de Nayarit, en el occidente del país, donde enfrentará cargos por lavado de dinero.
Un juez de Florida la sentenció el mes pasado a 70 meses de cárcel tras haber admitido que entregó dinero a un ex capo de la droga colombiano para evitar que éste fuese arrestado, pero quedó libre al haber cumplido ese tiempo presa en ambos países.
Antes de ser extraditada a Estados Unidos, Avila había sido absuelta en México por el cargo de contrabando de más de nueve toneladas de cocaína incautada en el puerto de Manzanillo.
Pero ahora, un juez del estado de Jalisco, vecino a Nayarit, la requiere para enfrentar un cargo de lavado de dinero.
“El proceso penal referido había sido suspendido en virtud de que Avila Beltrán fue extraditada a los Estados Unidos”, dijo la PGR en un comunicado.
LIGADA A LOS GRANDES CAPOS
Avila es la mujer de más alto perfil ligada al tráfico de droga en México, a quien se vincula con los líderes del cártel de Sinaloa, considerada la mayor organización del narcotráfico del hemisferio.
Es sobrina de Miguel Félix Gallardo, conocido como el padrino del comercio de droga mexicano, quien cumple una sentencia de 40 años en una prisión de México por el asesinato de un agente de seguridad antidrogas estadounidense.
Según funcionarios, Avila ayudó a forjar al cártel de Sinaloa en la década de 1990 con el líder de la organización, Joaquín “El Chapo” Guzmán, y se ganó su apodo por supuestamente ser pionera en las rutas de contrabando desde la costa del Pacífico mexicano hasta California.
Un tribunal de México liberó días atrás a Rafael Caro Quintero, uno de los líderes históricos del narcotráfico, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena en 1985. La liberación indignó a Estados Unidos y la fiscalía general dijo que haría todo lo posible por revertir el fallo.
La resolución para liberar al capo estuvo basada en que ya había cumplido con su condena por narcotráfico y en que ganó un recurso para no ser juzgado en el ámbito federal por el caso Camarena.
La PGR dijo esta semana que el Gobierno de Estados Unidos solicitó al de México detener nuevamente a Caro Quintero, quien llevaba 28 años de prisión, para que enfrente diversas acusaciones en una corte federal en California. Reuters