Bajo una lluvia de arroz y pétalos de rosa, Rodrigo y Sergio se casaron el jueves en Montevideo, convirtiéndose en la primera pareja gay en unirse en matrimonio en la oficina del registro civil en Uruguay, segundo país de Latinoamérica en legalizar las bodas homosexuales.
“¡Viva los novios!”, gritaron una treintena de familiares y amigos de la pareja, rodeados de medio centenar de periodistas, cuando tras la breve ceremonia el juez proclamó: “Los declaro unidos en matrimonio”.
“Es un momento personal muy importante pero también es muy importante para el país. Hay gente que peleó mucho para esto”, sostuvo un exultante Sergio Miranda, de 45 años, ya con la libreta matrimonial en sus manos.
“Y es un mensaje muy importante que está emitiendo Uruguay para el resto del mundo, un mensaje de igualdad, de inclusión, de diversidad, donde no hay ciudadanos de primera y de segunda”, añadió. “Mientras países como Rusia tienen leyes nefastas homofóbicas (…) en Uruguay podemos casarnos y celebrar el amor”.
Además de la fuerte presencia de medios de comunicación, que acobardó un poco a varios familiares de la pareja, la única diferencia que mostró la ceremonia con respecto a las bodas heterosexuales fue el cambio de los términos “esposo” y “esposa” por “cónyuge”, indicó el juez César Comastri.
“Más que por nosotros esto lo hacemos para compartir que estas cosas se pueden hacer”, dijo por su parte Rodrigo Borda, de 39 años, que no podía ocultar su emoción. “Y si hay alguien a quien podamos ayudar para que no tenga miedo en la opción que haya tenido de su vida sexual, bienvenido”.
Más de una veintena de inscriptos
Los ahora flamantes cónyuges fueron los primeros en inscribirse, el pasado 5 de agosto, y los primeros en cumplir con el tradicional trámite en el registro civil.
Pero de hecho, la primera boda entre dos personas del mismo sexo fue celebrada a primera hora del mismo 5 de agosto en un hospital, in extremis, por estar uno de los contrayentes gravemente enfermo.
Además, Federico Macerattini y Omar Salsamendi, que se casaron en 2012 en Buenos Aires, validaron esta semana su matrimonio en Uruguay y recibieron su libreta uruguaya.
En la ciudad de Mercedes (280 km al noroeste de Montevideo), Ruben López y Mario Bonilla tenían también previsto pasar este jueves por el juzgado de paz de su ciudad, después de 21 años de convivencia, contó a la AFP Fernando Frontán, miembro de la Federación uruguaya de la diversidad sexual, pastor y uno de los primeros uruguayos que se animaron a “salir del closet”.
“Ellos tienen un hijo adoptado por Ruben hace 16 años, ahora al celebrar el matrimonio igualitario en la libreta de matrimonio su hijo quedará registrado como de ambos”, destacó.
Según Frontán, el viernes habrá matrimonios homosexuales en las ciudades de Maldonado y Minas “y la semana que viene será un aluvión en Montevideo, de hombres y mujeres”, aseguró.
“Eso pasa siempre con la novedad, después se irá encontrando el ritmo natural de casamientos”, opinó.
Unas 25 parejas del mismo sexo ya se inscribieron en todo el país para contraer matrimonio, indicó el director del Registro Civil, Adolfo Orellano, explicando que representa aproximadamente un 3% del total de inscripciones.
Felices pero no conformes
“Es una profunda emoción porque son dos personas amigas que conozco desde hace muchos años”, confesó a la AFP Michelle Suárez, la primera abogada transexual del país y redactora del proyecto de ley de matrimonio igualitario.
Suárez cree que “Uruguay es un país homófobo y transfóbico” pero que ha hecho enormes avances. “Quiero creer que esto es el inicio de un cambio de visión que hacemos como sociedad. Creo que empezamos un camino de respeto, pluralismo e igualdad que implica reconocer la heterogeneidad y de alguna manera tomarla como una manifestación enriquecedora de la propia sociedad”, sostuvo.
“Se están agotando las agendas predecibles y se instalan sobre la mesa nuevas agendas”, concluyó. “Hemos avanzado, tenemos que estar felices, pero no resignados y mucho menos conformes”.
La ley de “matrimonio igualitario”, aprobada por el Parlamento el 10 de abril con el respaldo de legisladores de todos los partidos políticos, sostiene que “el matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo”.
En la región, el matrimonio homosexual está permitido en Argentina desde 2010 y en Ciudad de México desde 2009.
El jueves Rodrigo y Sergio, dos profesionales de la comunicación que se conocieron hace 14 años, celebraron con un brindis con familiares y amigos. Para setiembre, mes en el que se celebra la diversidad sexual, planean una gran fiesta y un ansiado viaje de luna de miel. AFP
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