El régimen de Nicolás Maduro parece haberse metido en camisa de once varas al lanzar una cruzada contra la corrupción, tarea imposible de emprender sin exponer la explosión del enriquecimiento ilícito registrado durante los 14 años del mandato del fallecido Hugo Chávez, dijeron analistas a El Nuevo Herald.
Antonio Maria Delgado
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Expertos consultados dijeron que la cruzada le está dando más municiones a la oposición en su propósito de vincular a la corrupción proveniente del campo oficialista con los graves problemas del país, que incluyen constantes interrupciones en el servicio eléctrico, escuelas y carreteras que se vienen abajo por falta de mantenimiento, y escasez de dólares para importar alimentos de primera necesidad que dejaron de ser producidos en el país.
Es una situación que podría haber llevado a Maduro a retirar su oferta de debatir públicamente la corrupción con el líder de la oposición Henrique Capriles.
“La gran corrupción en Venezuela básicamente se ha cometido en los últimos 14 años. Si bien es cierto, que fue un tema utilizado por el chavismo en su discurso para llegar al poder, en el 98, quien ha estado administrando la fortuna venezolana en los últimos años ha sido el gobierno de Chávez”, comentó Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma de asesores Inter American Trends.
“Ir a un debate para discutir la corrupción es realmente exponer la corrupción que ocurrió bajo el gobierno de Chávez, no hay otros grandes casos. De modo que es un debate que no solo se perdía, sino que no había manera de salir bien parado de allí”, agregó.
Reto a la oposicion
Sorprendentemente, fue el propio Maduro que lanzó el reto de debatir el tema con la oposición, planteando la posibilidad que el evento fuese transmitido a través de una cadena obligatoria de emisoras estatales y privadas de radio y televisión.
“Los reto a hacer un debate público sobre todas las denuncias que se han hecho, una por una y en cadena nacional para que este país sepa la verdad y dejen la manipulación de la verdad”, manifestó Maduro el sábado en una sesión ministerial televisada desde el palacio presidencial de Miraflores.
Entendiendo el error del adversario, Capriles aceptó y le exigió a Maduro que le pusiera fecha al debate.
“Mira Maduro: vamos a debatir la corrupción, sin duda alguna, porque no es poco que se perdieran $20,000 millones de la Comisión de Administración de Divisas [Cadivi]”, expresó el líder opositor en referencia a las recientes denuncias provenientes de las mismas filas del chavismo de que corruptelas vinculadas a altos funcionarios del gobierno habían extraído ese monto de las arcas del Estado.
Pese al desafío público, Maduro no volvió a mencionar la posibilidad de debatir con la oposición, y la única mención de la propuesta fueron algunos breves mensajes publicado por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello en su cuenta de Twitter.
“Nadie invitó a los dirigentes de la mafia amarilla a debatir […]”, escribió Cabello en referencia al color del partido de Capriles, Primero Justicia.
El reportaje completo en El Nuevo Herald