Desde que se implementó hace una década el sistema de control cambiario, los comerciantes han tenido la obligación de ajustarse a nuevos sistemas de asignación de divisas preferenciales para la compra de mercancía, en consecuencia, se ha generado reducción de inventarios, alza de precios y escasez de productos.
La situación se agrava, debido a que los comercios no cuentan con las divisas a estas alturas del año para planificar las ventas en el mes de diciembre, por tanto, sobrevivirán con cantidades limitadas de productos adquiridos a través de mayoristas, pero, con un precio mayor al regular.
Además, el proceso de importaciones, el cual consta con procesos de orden de compra, fabricación del producto, despacho, nacionalización y distribución tarda aproximadamente 180 días, sin contar los engorrosos trámites portuarios que en reiteradas ocasiones han denunciado los empresarios.
Estas situaciones afectarán significativamente a consumidores, quienes no podrán adquirir productos por la limitada oferta que se presentará en los próximos meses.
Toda esta cadena de problemas, describe la realidad de los comercios de equipos electrónicos, quienes progresivamente disminuyen su rentabilidad por las bajas ventas generadas.
Héctor Cabarcas, propietario de un establecimiento de equipos electrónicos en el centro de la ciudad, manifestó su preocupación por cuanto nunca ha vivido una situación tan marcada por la escasez de productos y la subida estrepitosa de la inflación.
“Las perspectivas no son alentadoras, debido a que no existen divisas en el mercado para comprar la mercancía necesaria que pueda cubrir la demanda. Los medios de asignación como Cadivi o Sicad no terminan de resolver ese problema porque tienen preferencias con algunas empresas para la asignación de divisas”.
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