1. Chocolate blanco. En realidad, no es verdadero chocolate porque, si bien es un derivado del cacao, es un dulce formado por leche, azúcar y manteca de cacao. Esta última es una grasa de origen vegetal y no contiene entre sus componentes ni pasta, ni licor, ni sólidos del cacao. Entonces, mientras el cacao puro tiene antioxidantes que son buenos para nuestra salud, el “chocolate” blanco compensa su deficiencia de cacao con grasas y glúcidos, que no sólo son perjudiciales para la salud, sino que pierde los nutrientes que aporta el cacao y los convierte en azúcar y grasa.
2. Tomates en lata. Es necesario tener en cuenta que cualquier alimento que sea preservado, refrigerado o sometido a cocción, ya sea a nivel industrial o casero, perderá, en cierto grado, algunos de sus nutrientes. Todo dependerá del tiempo y las condiciones de almacenamiento, y del método de cocción empleado. ¿Qué pasa en el caso de los tomates enlatados? “La acidez del tomate hace que la resina utilizada en el revestimiento de la lata aumente el nivel del tóxico Bisfemol A que entra en nuestro cuerpo y afecta nuestro equilibrio hormonal, lo que ocasionaría problemas de salud y peso”, explican en la nota de CNN.
3. Brotes de soja. Tan de moda por estos días, se sabe que estos brotes crudos tienen gran cantidad de nutrientes buenos para nuestro organismo; pero también incluyen otros, llamados anti-nutrientes, que no son tan recomendables para nuestra salud. Sin embargo, el experto se centra en que las semillas necesitan ciertas condiciones de humedad y calor que propician la multiplicación de las bacterias. ¿La solución? Hervirlos o suplantarlos por otras verduras.
4. Frutillas no orgánicas. El motivo se centra en la gran cantidad de pesticidas detectados en estas frutas: un grupo de especialistas habría encontrado más de 13 tipos. Por eso, recomienda elegir un producto orgánico.
5. Pez espada. La razón principal es el alto contenido de mercurio que suelen tener estos pescados: cuanto más viva el pez y más grande sea, más mercurio acumula. El mercurio interfiere en el desarrollo del sistema nervioso durante la gestación y la infancia, por eso, no es recomendable que las mujeres embarazadas o puérperas así como los bebés incluyan esta especie en su dieta.
Vía Entre Mujeres