Para el abogado y experto en derecho medico-asistencial Alberto Romero es primordial crear Comités de Ética, mecanismo institucional que se ocuparía del desacuerdo ético o de la incertidumbre en los hospitales e instituciones de salud.
Las funciones que ostentarían estos comités, según el director del Centro Diagnóstico Docente Las Mercedes, serían la de estudiar, valorar, recomendar y rechazar, las posibles acciones que se realizan en los pacientes con fines de investigación y experimentación, dictando normas que regulen los trabajos científicos en los pacientes hospitalizados; colaborar con los otros profesionales del hospital en la resolución de problemas ético-clínicos específicos, ya sea mediante el uso de interconsultas, como el análisis de protocolo e historias clínicas, mediante la participación en reuniones clínicas.
Asimismo señala Romero que estas instancias también tendrían que desempeñar la tarea de prestar asesoramiento directo a los médicos tratantes cuando estos lo soliciten; realizar auditoría de historias clínicas en casos de pacientes quienes presenten problemas éticos-clínicos específicos y estudiar la asignación de recursos a nivel del hospital y/o de la comunidad, cumpliendo con los elementos de la justicia distributiva hospitalaria.
La ética del hospital –agrega Alberto Romero-, debe tomar una forma diferente de la ética de las relaciones individuales entre los doctores y los pacientes. Algunos de los principios y de las prácticas ético-familiares las cuales gobiernan esas relaciones, tales como la confidencialidad y los mejores intereses del paciente, deben ser revisados para poder responder y servir a los propósitos de la ética institucional.
Precisa además que “todos los miembros de la institución de cuidados de la salud, y de otras que tengan un peso en sus decisiones, deben tener una voz representativa, equitativa y justamente distribuida según las especificaciones del capital humano con el cual cuenta la institución de cuidados de la salud, directa o indirectamente, a la hora de formar sus políticas”.
Finalmente considera que los hospitales deben establecer fuertes Comités de Ética con un amplio mandato para ayudar a desarrollar estándares y políticas en éstas y sus áreas relacionadas. Dichos Comités deben incluir una amplia gama de representantes de los varios intereses en los hospitales, incluyendo los del administrador; sirviendo como foros para discutir todas las políticas institucionales que planteen ediciones éticas serias; y tenga la autoridad para repasar decisiones particulares del cuidado y para recomendar pautas generales y políticas.