Venezuela tiene también su Silicon Valley. Se trata de Cadivi, el sistema de administración de divisas del gobierno socialista. Al igual que en California, allí también aparecen, bajo su sombra, numerosas nuevas empresas que se crean de la noche a la mañana. En California las conocen como “Start-ups”. En Venezuela las llaman “empresas de maletín”. En el Silicon venezolano no se necesita de investigación ni de universidades, ni de ningún talento especial para tener éxito; solo se requiere de buenas conexiones con el gobierno y disposición a pagar comisiones. Las empresas que se crean en el Silicon Valley criollo no buscan la gloria ni inventan o producen ningún nuevo producto. Permanecen en la sombra, a escondidas. Jamás llegan a hacerse públicas ni a listarse en el mercado de capitales. No generan empleo ni producen divisas para el país. En algo las empresas de maletín criollas son más eficientes que los “start-up” gringos: asumen menos riesgos y hacen dinero más rápidamente. Por supuesto, con las empresas del Silicon Valley la sociedad norteamericana y el mundo entero se enriquecen. En cambio, con las empresas de maletín venezolano, los únicos que se enriquecen son los que las crean. El resto de la sociedad se empobrece. Es el Silicon Valley Socialista Venezolano.
gerver@liderazgoyision.org