“La Asamblea Nacional debe iniciar una investigación e interpelar al Ministro de Energía, al presidente de Corpoelec, así como la Ministra de la Defensa, ante el grave apagón que dejó a oscuras a medio país”, señaló el vicepresidente del Concejo Municipal de El Hatillo, Eduardo Battistini.
Agregó que el Parlamento Nacional es la tribuna adecuada para hacer un debate sobre la situación de abandono en el sector, así como la falta de mantenimiento en todas las fases de la generación y transmisión de la energía eléctrica.
Resulta sorprendente para Battistini, cómo ahora es cuando el Gobierno de Nicolás Maduro se entera que existen apagones, lo cual demuestra lo ajeno que está de los verdaderos problemas que agobian a todos los venezolanos.
“La denuncia atropellada de que el apagón nacional se trató de un saboteo, busca desviar la responsabilidad en el pésimo manejo de los recursos destinados al área y, por supuesto, no se buscará hacer los correctivos, puesto que implica la admisión de una grave responsabilidad que pudiese conllevar a acciones penales, de ser investigada sin interferencias políticas”.
El edil recordó que Maduro otorgó a la Fuerza Armada Nacional la custodia de la infraestructura eléctrica y, por tanto, con la temeraria acusación de saboteo, está levantando una sombra de duda sobre la posible complicidad de algunos uniformados en un daño o, en el mejor de los casos, de una terrible negligencia en las labores asignadas.
Considera que los diputados nacionales no pueden negarse a discutir la posibilidad de que Venezuela quede completamente a oscuras, ya sea por una terrible gerencia, corrupción en el manejo de los recursos o, incluso, la tesis de un saboteo.
Battistini expresó que el Gobierno Nacional debe hablar con la verdad y señalar a los verdaderos responsables de las reiteradas fallas eléctricas, y no pretender lanzar un verdadero pote de humo para desviar la atención de la grave crisis que está viviendo el país en materia energética, lo cual incide directamente en el aparato económico, industrial, de transporte y, por supuesto, la calidad de vida de todos los venezolanos.