Lejos de desaparecer del imaginario venezolano, el líder bolivariano Hugo Chávez es recordado seis meses después de su muerte en altares caseros con su imagen convertida en figura de yeso y por un Gobierno que ha convertido al fallecido presidente en “comandante supremo” e interlocutor de Dios.
Nélida Fernández /EFE
“Chávez nuestro que estás en los cielos” es, además, una serie de cortos animados del canal estatal VTV en la que se presenta al líder bolivariano desde un lecho de nubes hablando con Simón Bolívar, el guerrillero Ernesto Ché Guevara y otros ídolos de la izquierda venezolana.
Tiendas especializadas en venta de artículos religiosos en Caracas ofrecen la imagen de Chávez hecha en yeso de cuerpo completo, en busto mediano y en busto pequeño a precios que varían, según el tamaño, de 950 bolívares (150 dólares) a 80 bolívares (13 dólares).
El pequeño “es el que se vende más”, según una vendedora de la tienda El Cristo II identificada solo como Yusmari, un negocio donde se consiguen todos los tamaños de las figuras de Chávez, aunque ya tenía agotadas las imágenes en las que el gobernante aparece de traje y no de uniforme militar.
“Se venden bastante”, aseguró.
Al Chávez de cuerpo completo, de 120 centímetros de alto y vestido de militar, se le puede ver escoltado por figuras de deidades de la religión yoruba, originaria de África y esencia del sincretismo religioso cubano.
Su figura también se encuentra acompañada por los representantes de cortes religiosas venezolanas como María Lionza y los héroes de la independencia Simón Bolívar y Pedro Camejo, a los que también se les reza en el país caribeño.
El empleado de la tienda El Príncipe de los Arcángeles Albert Madrid dijo a Efe que empezaron a vender la figura del mandatario ante la insistencia de los clientes.
“Lo pedían casi desde que se murió, desde hace meses”, aseguró a Efe el vendedor.
Y más allá de las tiendas esotéricas, el escultor Julio Briceño prepara en un taller de Caracas entre bustos del líder que esperan un lugar donde exhibirse una escultura de tres metros del gobernante fallecido que aún no se ha revelado dónde será ubicada.
En julio pasado Briceño se dio a conocer gracias a una nota publicada en un periódico venezolano que se hizo eco del comentario que el artista hizo en su cuenta en la red social Facebook sobre la figura que prepara.
“Nieto de la ‘mamavieja’, descendiente de Maisanta ‘el último hombre a caballo’, aprendiz de artista y ‘pelotero’, cadete, comandante sublevado, jefe de Estado y el político más influyente en la Latinoamérica de entre siglos”, fue el escrito del artista recogido y difundido por el diario El Correo del Orinoco.
Y mientras tanto, casi a diario, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien Chávez escogió como su sucesor cuatro meses antes de morir, insiste en sus discursos en que el propulsor de la revolución venezolana fue una suerte de nuevo Jesús.
El 13 de marzo pasado, con motivo del anuncio de que el cardenal argentino Jorge Bergoglio era el nuevo papa, Maduro, entonces presidente encargado de Venezuela, dijo que Chávez que “está frente a Cristo” debió influir para que se eligiera a un sumo pontífice suramericano.
“Nosotros sabemos que nuestro comandante ascendió hacia esas alturas y está frente a frente a Cristo, alguna cosa influyó para que se convoque a un papa suramericano, alguna mano nueva llegó y Cristo le dijo ‘bueno llegó la hora de América del Sur’, así nos parece”, comentó Maduro.
Al cumplirse cinco meses de su partida, el 5 de agosto pasado, Maduro comparó a Chávez con Cristo redentor y afirmó que el líder, al igual que el llamado hijo de Dios, “vino a proteger a los que nada han tenido”.
“Cristo redentor se hizo carne, se hizo nervio, se hizo verdad en Chávez”, dijo Maduro desde el Cuartel de la Montaña en el oeste de Caracas, donde reposan los restos del comandante. EFE