El papa Francisco recibió hoy en el Vaticano al presidente de Bolivia, Evo Morales, quien tras una reunión en la que conversaron sobre la lucha contra la pobreza y la desigualdad social, le entregó un libro con el proyecto de reintegración marítima que desea el Gobierno boliviano.
En una nota de la oficina de prensa del Vaticano se informó de que el papa argentino y Morales también conversaron sobre la situación socio-económica y religiosa del país, así como sobre “la importancia de las buenas relaciones entre la Comunidad eclesial y el Estado, sobre todo en temas de común interés para el servicio de la Nación”.
La lucha contra la pobreza era uno de los temas que más le unía con el papa Francisco, había explicado Morales antes de esta visita.
Durante el intercambio de regalos, Morales quiso hacer partícipe al papa Jorge Bergoglio de la lucha que desde hace tiempo Bolivia mantiene en sedes internacionales para conseguir una salida al mar y le entregó un libro con el título “Memoria gráfica de reintegración marítima boliviana”.
El Gobierno de Morales ha presentado una demanda contra Chile ante el Tribunal de La Haya para conseguir que se abra una negociación y que se les conceda una salida al Pacífico, que sería vital para la economía del país.
Bolivia perdió 400 kilómetros de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio en la Guerra del Pacífico disputada con Chile a fines del siglo XIX, y ahora esperan que se les otorgue, al menos, una salida de pocos kilómetros al mar.
También se dialogó sobre la situación internacional, y particularmente de las iniciativas para conseguir la paz en Siria y en Medio Oriente.
Morales había confirmado antes de la visita al papa que se adhería a la jornada de oración y de ayuno que Francisco ha convocado para mañana, sábado, para pedir la paz en Siria y en todo el mundo.
Ambos mantuvieron una reunión “cordial” como se pudo comprobar durante el encuentro.
“Para mi es el hermano Francisco”, dijo Morales al papa antes de empezar la reunión, y éste le respondió diciendo: “Así debe ser, así debe ser”.
Ambos se despidieron con un fuerte y cariñoso abrazo y después el pontífice pidió al mandatario boliviano que “saludase a los amigos” y citó el nombre de Dilma, en referencia a la presidenta de Brasil, Rousseff.
Morales llegó al Vaticano acompañado de una delegación de seis personas, de la que formaban parte el canciller boliviano, David Choquehuanca y el ministro de Defensa, Rubén Saavedra.
El papa recibió al mandatario boliviano con un abrazo y una apretón de manos e inmediatamente se sentaron a conversar en la sala de la biblioteca en el palacio apostólico.
“Para mi es el hermano Francisco”, dijo Morales al papa, quien asistió diciendo: “Así debe ser, así debe ser”.
La reunión privada duró 30 minutos y después se pasó al tradicional saludo a la delegación en la que también figuraba la embajadora de Bolivia en España, Carmen Almendras, que ha seguido el viaje de Morales en Europa.
Al saludar a la embajadora, el papa bromeó al ver que era la única mujer de la delegación y destacó la importancia del “cupo femenino”.
Después la delegación boliviana se entrevistó con el Secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, a quien Morales expresó estar “muy contento” por su reunión con el papa argentino.
El papa y Morales habían tenido ya ocasión de encontrase durante la Jornada Mundial de la Juventud celebrada a finales de julio en Río de Janeiro (Brasil).
Con esta visita, Morales culmina así un viaje por Europa en el que ha visitado España, Bielorrusia e Italia.
En Italia, el presidente boliviano se reunió ayer con el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, y con la ministra de Asuntos Exteriores, Emma Bonino.
Por la tarde viajó a Bérgamo (norte) para encontrarse con la mayor comunidad boliviana presente en el país y allí bailó con algunos de sus compatriotas y jugó un partido de fútbol sala. EFE