Pese a haber atravesado por la mayor bonanza petrolera de su historia, Venezuela enfrenta un futuro económico sombrío y la calidad de vida en el país podría venirse abajo severamente para finales de la presente década dados los grandes cambios sistémicos que se vislumbran en el mercado de mundial de crudos y la incoherente administración del chavismo.
Antonio María Delgado / El Nuevo Herald
Según un informe de la firma de asesores Interamerican Trends, Venezuela debe abandonar urgentemente las políticas que han propiciado el deterioro de su industria petrolera y realizar las inversiones necesarias para aumentar significativamente su producción de crudo si no quiere volver a ver los índices de pobreza y retraso que registraba hace 100 años.
De no realizarse los cambios, “Venezuela tendrá una economía muy débil similar a la que tuvo la nación a principios del siglo XX, [cuando era] un país endeudado y pobre, con ingresos insuficientes para satisfacer las necesidades básicas de la nación”, declaró el estudio elaborado por la firma de asesores con sede en Washington.
El informe está realizado con base en la yuxtaposición de los pronósticos del mercado petrolero para las próximas tres décadas con lo que ha sido el patrón de comportamiento de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), encontrando que la industria – sobre la que descansa en casi su totalidad la economía del país – sólo tiene una ventaja de entre cinco y seis años para evitar un previsible colapso económico.
Para conseguirlo, Venezuela debe invertir cuanto antes en aumentar la producción de petróleo, por un lado para contrarrestar el gradual declive de la oferta petrolera venezolana por deficiencia en las obras de mantenimiento, y por el otro para compensar el pronunciado endeudamiento del país con China a través de mecanismos que, al ser pagaderos con petróleo, están mermando significativamente la facturación de la estatal venezolana, dijo.
De hecho, PDVSA ya enfrenta una aguda crisis de liquidez que pone en riesgo su operatividad, en parte debido a las gigantescas exigencias impuesta sobre ella por el chavismo, obligándole a asumir obras sociales de costos atrofiantes, subsidiar el crudo del mercado interno así como los despachos a Cuba y a otros países aliados del chavismo y a enviar crudo a China que el país asiático ya pagó.
La crisis de liquidez se produce pese a que el país ha registrado una de las más extraordinarias bonanzas petroleras de su historia, con proyecciones de que los altos precios del crudo le han brindado cerca de un billón de dólares a lo largo de sus 14 años en el poder.
Pero muy poco de ese dinero fue utilizado en mejorar la industria.
Analistas han señalado, que una política petrolera coherente en Venezuela hubiera llevado al país a estar produciendo actualmente cerca de los cinco millones de los barriles diarios, en vez de los 2.8 millones que está sacando del subsuelo, según los números de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
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