La Secretaría de Salud mantiene la alerta sobre los indígenas yucpas intoxicados y espera los resultados toxicológicos para emitir alguna conclusión de las posibles causas del envenenamiento en la sierra de Perijá.
Tania Mesa, secretaria de Salud, explicó ayer por vía telefónica que a las 6.00 de la tarde del lunes ya un autobús trasladaba al menos a 52 pacientes que estuvieron durante unas horas bajo observación. Algunos de ellos tomaron Antioqueño y no presentaron síntomas de intoxicación, y otros tantos sí presentaron algunos dolores, entumecimiento de manos y ardor en el estómago, y sus familiares aseguran no haber ingerido el aguardiente. Por eso esperan los resultados. Es probable que quienes tomaron el licor lo hayan combinado con metanol para aumentar su cantidad y que la bebida les durara más tiempo. Tampoco descartan que el producto haya llegado con defectos de fábrica.
Esta hipótesis se sostiene porque también en Ecuador y en Colombia se han registrado decesos en los últimos meses por haber ingerido Antioqueño. El caso más reciente ocurrió en la población ecuatoriana de Santo Domingo el pasado 17 de julio. Una estudiante universitaria de 21 años sufrió dos infartos después de tomar la bebida con cuatro amigos que estuvieron bajo observación médica por varias semanas.
Las investigaciones de la Secretaría de Salud reseñan, no obstante, que en Colombia también existe la costumbre de la mezcla de la bebida con el metanol y las autoridades de ese país también han señalado esos jarabes como las causas del envenenamiento.
Pese a todo, Mesa no busca ahora responsables, sino garantizar el bienestar de los 27 niños y al menos 30 adultos que estuvieron en contacto con la bebida. Reconoció que lo que más llamó la atención de toda la situación y que provocó su intervención, fue que algunas víctimas bebieron el licor en una celebración, otros en un sepelio y otros en hechos absolutamente aislados.
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