Al menos 20 personas murieron el sábado cuando hombres armados atacaron un centro comercial de la capital de Kenia, Nairobi, obligando a personas a resguardarse en tiendas, cines y calles tras un incidente que según el Gobierno podría tratarse de un atentado terrorista, reseña Reuters.
Fotos Reuters
Aún podían escucharse disparos esporádicos horas después de comenzar el asalto, mientras los soldados rodeaban el centro comercial y policía y militares peinaban el edificio, buscando a los atacantes tienda por tienda. Algunos canales de televisión local informaron que se habían tomado rehenes, aunque no había una confirmación oficial.
El grupo extremista somalí al Shabaab, al que Kenia culpa por tiroteos y ataques con bombas y granadas contra iglesias y fuerzas de seguridad, había amenazado con atacar el centro comercial Westgate, popular entre la comunidad de extranjeros de la ciudad, aunque ningún grupo se adjudicó de inmediato la responsabilidad por los hechos.
Helicópteros de la policía sobrevolaban la zona mientras la policía armada gritaba “salgan, salgan”, y muchas personas escapaban del edificio. Una humareda salía de una de las entradas y testigos dijeron que oyeron estallar granadas.
Otros dijeron que vieron a unos cinco asaltantes armados irrumpiendo en el centro comercial y que el incidente parecía ser un ataque más que un robo armado.
“No parecen matones, este no es un incidente de robo”, dijo Yukeh Mannasseh, que se encontraba en la planta superior del centro comercial cuando comenzó el tiroteo. “Parece un ataque. Los guardias que los vieron dijeron que estaban disparando indiscriminadamente”, sostuvo.
Una fuente del Ministerio del Interior de Kenia dijo: “Existe la posibilidad de que sea un ataque de terroristas, por lo que estamos tratando el asunto muy seriamente”.
Al ser consultado sobre si los servicios de seguridad internacionales estaban involucrados en la operación para desalojar a los atacantes, el funcionario dijo que “en esta etapa todavía no ha sido necesario”.
Un testigo de Reuters dijo que soldados kenianos se habían unido a la operación para detener a los responsables.
Otro testigo que se identificó como Taha dijo que escuchó una frenada en seco de un vehículo seguida momentos después de una explosión y luego un tiroteo desde el primer piso.
Otro sobreviviente dijo que recibió un disparo de un hombre que parecía somalí.
Algunos clientes subieron las escaleras mecánicas y se escondieron cerca del complejo de cines del centro comercial. La policía encontró a otro grupo aterrorizado ocultándose en un baño en el primer piso.
Al menos dos decenas de heridos fueron sacados del recinto en camillas y carros de la compra. Muchas de las víctimas tenían múltiples heridas leves, aparentemente producto de los escombros que salieron despedidos. Otros salieron caminando, algunos con ropa ensangrentada alrededor de sus heridas.
Corresponsales de Reuters vieron al menos 20 cuerpos en dos ubicaciones distintas.