Los besos apasionados, esos que siempre te dejan jugar con la lengua, labios y hasta los dientes de tu pareja resultan la herramienta más divertida, económica y socialmente aceptada en nuestra región para aumentar el deseo y excitación sexual.
Puedes comenzar a seducirlo maquillando tus labios, destacando su forma, grosor y tamaño con un espectacular color. Si tu pareja es de los que evitan besarte con los labios pintados para evitar accidentes, déjalos al natural o aplica un brillo con olor y sabor agradable para capturar su atención.
Cuando vuelvan a encontrarse sorpréndelo sujetándolo por el cuello para ofrecerle un beso profundo (lengua incluida) durante 5 minutos.
Si les gustó el intercambio de besos, baja hasta su cuello y llénalo de besos, mordiscos sutiles y hasta cosquillas con tus dedos mientras vuelves a subir para repetir la dosis con lengua.
Si comenzaste besando su boca, puedes aprovechar la ocasión para regalarle un recorrido de besos a lo largo de su cuerpo, dedicando un rato a la zona genital si es de tu agrado el sexo oral.
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