¡Nada en la cabeza! por @jesuselorza

¡Nada en la cabeza! por @jesuselorza

En la sede del Ministerio del Deporte, los milicianos encargados de la seguridad, conversaban entre si sobre el desarrollo de los Juegos Deportivos Nacionales Juveniles recientemente inaugurados.

El jefe del comando, arranca señalando que el acto de inauguración le pareció realmente extraordinario, propio de una revolución como la bolivariana.

-Camarada, creo que usted vio fue un acto distinto al celebrado en el Estadio Nacional ‘Brigido Iriarte”





-¿Por qué dices eso?

-Por varias razones camarada, la primera es que ese acto fue escuálido. En las tribunas no había más de mil personas. A pesar de haberle señalado la obligación de asistir a todos los funcionarios de gobierno acompañados de sus familias. En segundo lugar, debo decirle, que el sitio escogido, no fue el mejor, esa instalación está hecha un desastre. Los refugiados que teníamos allí, dejaron vuelta leña los espacios que ocuparon. Se robaron las pocetas y las puertas. Desmantelaron el Salón de la Fama del Atletismo. Además, resulta incomprensible que la Ministra haya declarado con anterioridad que no habían podido terminar de arreglar la instalación por culpa de las lluvias y luego autoriza que el desfile inaugural se haga en ese lamentable escenario.

-Debes tener razón, -dijo el jefe-, porque VTV solo hizo tomas cerradas que no permitían ver todo lo que tú dices. También, rompieron la tradición del encendido del pebetero, que en todas las ediciones de los juegos, le ha correspondido a un atleta representativo de la sede y en este caso, siendo el Distrito Capital el anfitrión del evento, el pebetero fue encendido por una atleta del Estado Carabobo.

-Carajo, ahora es que me doy cuenta -comento sorprendido el jefe del comando-. Quizás no le paré mucha bola por el espectáculo que hicieron con la saltadora de garrocha y las explosiones de fuegos artificiales. Acto por cierto muy riesgoso que me hizo recordar a los del Circo Razzore cuando disparaban un cañon y salía volando una persona.
De las delegaciones que participaron en el desfile, ni hablar, pírrica la presencia de los atletas representativos. A lo mejor influyó en ello, que las fechas escogidas para estos juegos coinciden con el inicio del año escolar… a que cabeza se le ocurriría tan brillante idea.

En ese momento, los camaradas escucharon por sus trasmisores de radio, que la Policía Nacional Bolivariana había allanado el Hotel Kursal en Sabana Grande en busca de uno de los magnicidas que pretenden asesinar al camarada Nicolás y resultó ser que allí solo se encontraba la delegación deportiva del Estado Portuguesa. Atletas, entrenadores y dirigentes sufrieron la embestida policial y fueron desalojados por la fuerza.
Para tapar esa desastrosa actuación del cuerpo policial, VTV comenzó a trasmitir en cadena nacional la bicicletada Patriótica y revolucionaria que encabezada por Nicolás comenzaba a recorrer las avenidas caraqueñas.

Cuando de pronto, nuevamente sonaron los radios del cuerpo de seguridad “Se cayó Maduro” “Se cayó Maduro”, comenzó a escucharse repetidamente… y en segundos cundió el pánico generalizado en las instalaciones del Ministerio. Pedro Carreño, que se encontraba reunido con la Ministra estableciendo las estrategias para intervenir la Federación de Fútbol, se desmayó al oír la información. Lo acompaño en su desvanecimiento Eduardo Álvarez, quien balbuceaba, “Sin Nicolás no me puedo reelegir en el COV”. Los testaferros encargados de las comisiones de las construcciones y reparaciones de las instalaciones deportivas, de la alimentación de los atletas y la compra de material deportivo salieron volando para el aeropuerto de la Carlota en busca de sus aviones particulares para irse al indeseado mundo de Miami en busca de asilo.

Calma, calma, que no cunda el pánico, se le escucho decir por televisión a Jorge Rodríguez que al estilo de Lance Armstrong acompañaba a Nicolás en la ruta ciclística. Solo fue una caída desde su bicicleta. Ya le hicimos una tomografía computarizada en el CDI de Clínicas Caracas y el diagnostico señala ¡QUE EL CAMARADA NICOLAS, NO TIENE NADA EN LA CABEZA!

Que vaina, con esos médicos cubanos, descubrieron el agua tibia. Eso lo sabe todo el mundo, dijeron los milicianos muertos de la risa, al ver el platanazo que se dio “el cabeza vacía”.