Autoridades venezolanas detuvieron el jueves a otros cinco civiles supuestamente involucrados en el tráfico de 1,3 toneladas de cocaína en un vuelo de Air France de Caracas a París, con lo que el total de aprehendidos subió a 22, entre ellos ocho militares.
Desde que se conoció la noticia del mayor decomiso de droga en Francia el pasado fin de semana, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro dispuso la detención de militares, trabajadores de la aerolínea francesa y del aeropuerto internacional Simón Bolívar, desde donde se despachó el alijo.
“Seguimos trabajando muy duro, ya van 22 detenidos de los cuales ocho son militares y el resto son funcionarios de la línea aérea y del aeropuerto”, dijo el ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez.
“(Están siendo investigados) todos los que participaron en el proceso desde que esas maletas llegaron al aeropuerto hasta que entraron al avión”, agregó la autoridad.
La incautación de la droga en París, valuada en unos 270 millones de dólares, ocurrió poco después de que Washington acusara nuevamente a Venezuela de fallar en su lucha contra el tráfico de cocaína proveniente, mayormente, de su vecino Colombia.
La droga estaba escondida en una treintena de maletas que fueron registradas bajo nombres falsos que no correspondían a los pasajeros del vuelo de Air France que arribó al aeropuerto Charles de Gaulle.
Tras conocerse el hecho, las autoridades francesas detuvieron en París a otras seis personas -tres italianos y tres ingleses- involucradas en la maniobra delictiva.
Expertos anti narcóticos aseguran que la ubicación de Venezuela -con acceso al mar Caribe y al océano Atlántico- la convierte en una ruta preferencial para los aviones y barcos que transportan cocaína sudamericana a Estados Unidos y Europa.
Estados Unidos tiene más de una década acusando a Venezuela de hacerse de la vista gorda ante el contrabando de drogas y ha señalado a varios militares de alto rango y a aliados del partido de Gobierno como “capos de la droga”.
Reuters