En poco más de un año de andanzas por el cráter Gale, el robot Curiosity ha encontrado que el polvo de la superficie de Marte contiene un dos por ciento de agua y materiales orgánicos cuyo origen no se ha determinado.
La revista Science dedicó esta semana cinco artículos a los hallazgos del vehículo explorador, repleto de cámaras e instrumentos científicos, y la revista Journal of Geophysical Research: Planets publicó otro estudio relacionado.
“Todo lo que conocemos hasta ahora de Marte apunta a que puede haber habido vida allí”, dijo a Efe Daniel Glavin, de la División de Exploración espacial en el Centro Goddard de la NASA en Maryland,.
Por su parte, Laurie Leshin, decana de Ciencia en el Instituto Politécnico Rensselaer, indicó que “uno de los resultados más excitantes de la primera muestra sólida ‘digerida’ por Curiosity es el alto porcentaje de agua en el suelo”.
Curiosity, un vehículo con seis ruedas, tiene un brazo robótico y una pequeña pala con la cual ha tomado muestras del polvo que cubre la superficie marciana. Las muestras han sido sometidas a diferentes tipos de análisis con otros instrumentos.
“Aproximadamente el dos por ciento de la superficie de Marte está compuesto por agua, lo cual es un gran recurso y muy interesante desde el punto de vista científico”, añadió Leshin.
La muestra, sometida a altas temperaturas, también liberó volúmenes significativos de dióxido de carbono, oxígeno y compuestos de azufre.
Glavin recordó que Curiosity, que descendió en la superficie marciana el 6 de agosto de 2012, tiene una misión principal: determinar si en el planeta rojo hubo condiciones que permitieran la vida.
Uno de sus instrumentos, llamado Análisis de Muestra en Marte (SAM), incluye un cromatógrafo de gases, un espectrómetro de masa y un espectrómetro sintonizable de láser que permiten identificar una amplia gama de compuestos determinando, además, las proporciones de los diferentes isótopos de elementos clave.
“Los trabajos hasta ahora no solo demuestran que SAM trabaja muy bien en Marte, sino también que SAM es muy adecuado al conjunto poderoso e integrado de instrumentos científicos de Curiosity”, comentó Paul Mahaffy, investigador de SAM en Goddard.
“Con la combinación de análisis de agua y otros volátiles de SAM y los datos mineralógicos, químicos y geológicos obtenidos por los otros instrumentos de Curiosity tenemos la información más completa obtenida hasta ahora del polvo superficial marciano”, añadió.
Los científicos usaron la pala del robot para recoger polvo y suelo de grano fino de un sitio arenoso conocido como Rocknest y, entre otros experimentos, distribuyeron el material en copas y lo calentaron.
Glavin, quien encabezó el equipo científico que analizó los resultados de esas pruebas y que incluyó a Rafael Navarro González, del Instituto de Ciencias Nucleares en la Universidad Autónoma de México, explicó que después de pasar la muestra por un colador el material se dividió en cuatro porciones cada una con una masa de 50 miligramos.
Para el análisis, Curiosity sometió las muestras a la cromografía de gas, que consiste en someter el material a altas temperaturas de hasta 1.000 grados Celsius.
“A esas temperaturas el mineral empieza a descomponerse y se convierte en gases” y “el análisis de los gases sirve para determinar los componentes individuales por su masa”, indicó.
“A los 200 ó 300 grados Celsius vimos que aparecía mucho oxígeno, e identificamos moléculas orgánicas, clorometano”, agregó.
La detección de estos clorohidrocarbonos por encima del nivel de 0,0001 nmol (un nmol es la mil millonésima parte de un mol) demuestra que el instrumento SAM opera con la precisión diseñada, indicó el artículo.
El estudio menciona también la identificación de diclorometano, triclorotmetano, un clorometilopropeno y clorobenceno en niveles con abundancia de 0,01 a 2,3 nmoles.
El análisis mostró la presencia de perclorato, una sal que “es muy benigna y no reacciona a bajas temperaturas pero a temperaturas muy altas se torna muy explosiva y libera oxígeno y cloro”, dijo Glavin.
El problema con la presencia de compuestos orgánicos detectada es que los científicos no saben, todavía, si son de origen marciano o son trazas de compuestos que viajaron en el Curiosity desde la Tierra.
Además de determinar los volúmenes de gases principales liberados, SAM analizó la proporción de isótopos de hidrógeno y carbono en el agua y el dióxido de carbono liberados.
“Marte tiene una especie de capa global, una capa de superficie en el suelo que se ha mezclado y distribuido por las tormentas de polvo frecuentes”, señaló Leshin.
“(El contenido de) Una palada de este material es, básicamente, una colección microscópica de roca marciana” y “si uno mezcla muchos granos probablemente obtiene una imagen típica de la corteza marciana”, indicó.
“Lo que se aprende sobre esa cubierta en un sitio, probablemente está presente en todo el planeta”, concluyó Leshin. EFE