Al menos 44 personas murieron hoy y 155 resultaron heridas en una nueva ola de atentados con explosivos en Irak, en su mayoría en zonas de Bagdad de predominio chií, informó a Efe una fuente de la policía.
El atentado más mortífero se produjo en el distrito de Al Kazemiya, en el norte de la capital, donde diez personas fallecieron y 24 resultaron heridas por el estallido de dos vehículos cargados con explosivos.
Mientras, en Ciudad Sadr, en el este del país, al menos siete personas perecieron y quince resultaron heridas en un ataque contra un mercado de frutas y verduras.
Tres vehículos con explosivos estallaron también en el área de Shab, en el noreste del país, y causaron cinco muertos y treinta heridos.
Atentados similares ocurrieron en las zonas de mayoría chií de Baladiya (este), Nuevo Bagdad (sur), Saba al Bur (norte), Ur (este), Shoala (noroeste) y Al Bayaa (suroeste), donde murieron al menos catorce personas y 51 resultaron heridas.
Asimismo, dos distritos de predominio suní fueron objetivo de los terroristas: el de Al Yamaa (oeste) y Gazaliya, donde fallecieron al menos cuatro personas y veintidós sufrieron heridas.
Por otra parte, se registraron varios atentados con explosivos en otras provincias del norte y el este del país, causando al menos cuatro muertos y trece heridos.
En particular, según las fuentes, un soldado pereció y otros tres resultaron heridos por el estallido de una bomba lapa colocada en la rueda de su vehículo militar en la ciudad de Beyi, 200 kilómetros al norte de Bagdad.
Asimismo, un policía murió y otros tres fueron heridos por el estallido de un artefacto al paso de un vehículo militar en el centro de la ciudad de Baquba, 65 kilómetros al noreste de la capital.
En esa misma ciudad falleció el delegado adjunto del Ministerio de Educación por la explosión de una bomba lapa colocada en su coche que causó también heridas a su hijo y a uno de sus guardaespaldas.
En la periferia de la población de Raka Hayi Suhail, al norte de Baquba, murió un funcionario en una empresa gubernamental de industria eléctrica y cinco de sus compañeros sufrieron lesiones por el estallido de una bomba al paso de un vehículo que transportaba a trabajadores de esa compañía.
La violencia ha aumentado en Irak, donde son blanco frecuente de ataques las fuerzas de seguridad y los chiíes.
El pasado día 20, la mayoría de los líderes y partidos políticos iraquíes firmaron un pacto de “honor y paz social” para tratar de detener el derramamiento de sangre y la violencia sectaria que afecta al país. EFE