En comunicación política se recomienda tener proporcionalidad en los mensajes con relación al adversario para no exceder el ámbito de difusión del ataque. Por ejemplo, si se recibe una crítica a través de un periódico regional, debería responderse por el mismo medio para evitar que personas fuera de la influencia del medio regional se hagan parte de la diatriba, lo mismo ocurre cuando un mensaje es difundido por las redes sociales, a menos que el supuesto agraviado tenga interés en subir el tono de la polémica. Creo que este es el caso del supuesto audio del finado difundido por las redes sociales. De no ser por la pataleta armada por Cabello y Maduro utilizando todo el poder mediático en sus manos, muy pocas personas se habrían enterado del mismo.
El ataque despiado contra Emilio Lovera, Rolando Salazar y JJ Rendón acusándolos de ser los creadores del audio del más allá es el complemento perfecto para aumentar mucho más el volumen y bingo!…, bajar el volumen a otros temas realmente relevantes y que horadan el fervor popular de los herederos políticos, que en predios populares comienzan a ser denominados como los destructores del chavismo.
La práctica de montar ollas no es nueva ni tiene nada de revolucionario. Consiste en generar escándalos de bajo costo político con alta probabilidad de captar la atención de la opinión pública para ocultar lo que realmente irrita a los poderosos de turno. La élite decadente del PSUV se encuentra en su zona de confort hablando de conspiraciones, insultando a @JJRendon atribuyéndole la responsabilidad de todos los males del país, desde la dislexia de Nicolás, el déficit democrático de Cabello, la caída de las reservas internacionales o la comida que se pierde en los puertos debido a las importaciones irracionales que sólo benefician a quien realiza la operación comercial.
Frente a la acusación @Elovera22 respondió “Ya la oí. Es fácil determinar que no es obra ni de @RolandoSalazar ni mía. No da risa #islapresidencial. Por su parte Rolando expresó “el presidente Maduro debería tomar el humor más en serio, para que no de tanta risa”. Respuestas sencillas, brillantes y cargadas de buen humor.
Vienen tiempos complejos, el modelo económico les explota en el rostro y en lugar de buscar ayuda experta explorando las verdaderas causas del fracaso, se atrincheran en el argumento de la guerra económica. De un diagnóstico equivocado es imposible derivar soluciones efectivas. El oscurantismo predominante en las oficinas de los burócratas destila atraso y caos sobre nuestra patria. El hoyo negro en materia de gestión pública es de tal dimensión que por más que inventen historias inverosímiles el pueblo no perderá la atención en lo sustantivo.
Para distraer no es suficiente inventar mentiras, hace falta un alto nivel de histrionismo y capacidad de comunicación para engañar al pueblo. Lo tuvo Hitler, Fidel y el finado, pero Nicolás y Cabello no corren en este lote, por más que lo deseen con vehemencia.
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