La policía polaca ubicó a un sacerdote a quien la Interpol buscaba por sospecha de abuso sexual infantil en República Dominicana.
La portavoz policial Katrzyna Cislo dijo el miércoles a The Associated Press que el sacerdote polaco Wojciech Gil fue hallado en un lugar cerca de la sureña ciudad de Cracovia. No fue detenido porque la Interpol sólo pidió que lo ubicaran. Se ordenó a Gil que informara a la policía de cualquier cambio en su lugar de residencia. Cislo explicó que para arrestarlo la policía necesitaba una solicitud de los investigadores dominicanos.
Polonia no tiene acuerdo de extradición con República Dominicana.
Un portavoz de la fiscalía polaca dijo que asimismo investigaba si Gil cometió algún delito en Polonia. Trajo a varios monaguillos dominicanos de vacaciones varias veces a Polonia y los alojaba en la casa de sus padres en Modlnica, cerca de Cracovia, y la parroquia del pueblo, informó un medio polaco.
Gil, de 36 años, estaba de vacaciones en Polonia cuando surgieron las acusaciones a finales de mayo y no ha regresado a República Dominicana, donde fue párroco del poblado montañoso de Juncalito durante ocho años. Fue suspendido por el padre prior y se le ordenó que regresar a la República Dominicana donde se le acusa.
El sacerdote negó haber hecho nada indebido en varias conversaciones con reporteros dominicanos.
El procurador general dominicano, Francisco Domínguez Brito ha dicho que quiere que Gil sea juzgado en la nación caribeña.
El padre de una de las presuntas víctimas ha denunciado que su hijo fue abusado sexualmente por el sacerdote durante unos tres años. Según los investigadores, hubo por lo menos otras dos víctimas.
Las autoridades dominicanas también están investigando el ex embajador del Vaticano en el país caribeño, el arzobispo Jozef Wesolowski, también polaco, por las acusaciones de abuso sexual contra adolescentes. Se desconoce su paradero desde que la Santa Sede lo retiró como nuncio apostólico el 21 de agosto, después de que las señalaciones contra él se hicieron públicas.
Funcionarios de la iglesia polaca dijeron que desconocían su paradero. AP