Lukoil puso en venta su participación en un consorcio que está desarrollando un importante proyecto petrolero en Venezuela, dijo el miércoles el presidente ejecutivo del segundo mayor productor de crudo de Rusia, informa Reuters.
“Hicimos una oferta al consorcio para que compre nuestra participación”, dijo Vagit Alekperov a periodistas.
Lukoil está desarrollando petróleo pesado en la Faja del Orinoco en Venezuela como parte del consorcio Junin-6, liderado por la petrolera estatal rusa Rosneft.
Previamente el miércoles una fuente de la compañía había dicho que Lukoil quería salirse del proyecto.
Más temprano
“El proceso de salida podría tomar varios meses”, afirmó la fuente, que declinó a hablar sobre las razones que motivaron la decisión.
Un portavoz de Lukoil rehusó realizar comentarios.
Lukoil está desarrollando petróleo pesado en la cuenca del Orinoco en Venezuela como parte del consorcio Junin-6, liderado por la petrolera estatal rusa Rosneft.
Kommersant reportó que el presidente de Lukoil, Vagit Alekperov, discutió la salida de la compañía desde el proyecto y la venta de su 20 por ciento de participación con el jefe de Rosneft, Igor Sechin, hace cerca de un mes para “optimizar su cartera de activos”.
Gazprom Neft es otra compañía rusa que participa en el consorcio.
Surgutneftegas y TNK-BP, que fue comprada por Rosneft por 55.000 millones de dólares previamente este año, también han decidido abandonar el consorcio, citando la necesidad de concentrarse en su negocio doméstico.
“El consorcio se está desmoronando (…) Las compañías han entendido los riesgos políticos y han comenzado a abandonar el proyecto, una a una”, comentó Alexander Pasechnik, analista del centro de estudios National Energy Security Fund en Moscú.
“Los riesgos políticos están directamente vinculados al actual régimen (venezolano) (…) que fue elegido por un estrecho margen”, agregó.
Venezuela es el undécimo exportador mundial de crudo. Compañías extranjeras han enfrentado controles de precios y devaluaciones de la moneda junto con la amenaza de nacionalizaciones.
Algunas otras compañías también han salido de Latinoamérica. El mes pasado, la petrolera malasia Petronas dijo que estaba saliendo de uno de los mayores proyectos petroleros en la faja petrolífera del Orinoco venezolano, después de que fuentes cercanas al proyecto y dentro de la firma dijeron que había desacuerdos con autoridades venezolanas y la estatal PDVSA.
La salida del país sudamericano podría plantear más interrogantes sobre los ambiciosos planes de Venezuela para impulsar la estancada producción y sobre la capacidad del Gobierno para hacer realidad la promesa de la faja petrolífera del Orinoco.
Los vínculos entre Moscú y Caracas se estrecharon durante el Gobierno de Hugo Chávez, el líder socialista que murió de cáncer a comienzos de este año.
Nicolás Maduro, que ganó las elecciones presidenciales en abril, fue el sucesor elegido por Chávez y Rusia esperaba que la continuidad protegiera sus acuerdos de energía y armas en el país latinoamericano.
El consorcio de compañías rusas posee cerca de un 40 por ciento de participación en el proyecto, que comenzó su producción de crudo en septiembre del 2012, mientras que la petrolera estatal venezolana PDVSA tiene un 60 por ciento.