Si desea volar a Buenos Aires este fin de semana, el pasaje de ida y vuelta desde Miami le costaría unos $1,430, y si quiere viajar a París, la tarifa sería de $1,664, y si le agrega otros $100 podría volar hasta Hong Kong, al otro lado del mundo. Pero si lo que pretende es volar a Caracas, que está a apenas a tres horas de distancia, tendría que pagar cerca de $3,500, e incluso más de $4,000, si quiere un vuelo directo y no está dispuesto a pasar la noche en Medellín, o cambiar de avión en Lima antes de aterrizar en suelo venezolano, publica El Nuevo Herald.
ANTONIO MARIA DELGADO
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Y es que los precios de los pasajes aéreos a Venezuela se han ido a la estratósfera, producto de una gigantesca demanda que ha eliminado prácticamente los cupos en los aviones y ha llevado a las aerolíneas a subir las tarifas a niveles inverosímiles.
“Es increíble, uno revisa día por día, y no hay manera de conseguir boletos”, dijo Vickie Montes, quien trabaja en Access Corporate Travel, una agencia de viajes en Doral.
“Los venezolanos nos llaman todos los días, algunos de ellos desesperados porque tienen que viajar. Pero es muy difícil y en ocasiones imposible, conseguirles un cupo”, agregó.
El fenómeno empezó a ser detectado unos meses atrás, cuando los cupos disponibles cayeron a niveles que no se habían visto antes.
Y es un fenómeno que proviene totalmente del lado de la demanda, explicó un representante de American Airlines en un correo electrónico.
“Nuestros precios son competitivos y, al igual que cualquier otra aerolínea, nosotros utilizamos un sistema de administración de ingresos que está basado en la oferta y la demanda, un principio de mercadeo que es tan viejo como el propio mercadeo y que va mucho más allá del uso que le dan las aerolíneas”, dijo el representante.
El mecanismo empleado por las aerolíneas es similar al aplicado por los hoteles para administrar las tarifas que cobran durante las temporadas altas y bajas para tratar de aprovechar al máximo el espacio disponible, explicó la línea aérea.