“La barcaza -explicó- tuvo una avería y se paró. No fue vista. Para pedir socorro los inmigrantes hicieron un fuego en la cubierta. Desgraciadamente”, dijo, en la superficie había gasolina e hidrocarburos de los motores, lo que causó un inmediato incendio.
El pavor producido por el incendio hizo que la gente se abalanzara sobre un lado del barco y que éste volcara, añadió el ministro.
“Será importante ver si en la bodega del pesquero” naufragado “hay más víctimas. Allí viajan habitualmente el que paga el billete menos caro, los más pobres entre los pobres”, comentó.
Es necesario que los buzos den cuenta de los cadáveres, que pueden ser decenas y que están en la bodega o junto al barco, que por sus dimensiones, podría trasladar a unas 400 personas, dijo.
El titular de Interior, quien dijo sentir “vergüenza” por este terrible episodio, relató que fueron los deportistas y los pescadores de Lampedusa los que dieron la voz de alarma hacia las 7.00 horas (5.00 horas GMT) y que inmediatamente los servicios de socorro italianos se pusieron en marcha.
Advirtió el ministro de que no hay ninguna razón para creer que esta tragedia sea la última.
Agregó que son más de 30.000 los inmigrantes llegados a Italia este año y que la gran parte de ellos han sido socorridos, porque, afirmó: “Hemos ido a buscarlos con nuestros medios”.
La cuestión es “si Europa trata de defender la frontera que ha diseñado con el Tratado de Schengen. Un Estado que no protege su frontera simplemente no lo es. Entonces Europa debe elegir entre ser o no ser”, subrayó el ministro de Interior. EFE