Un ataque con bomba contra un gasoducto en el este de Colombia ha cortado la exportación hacia Venezuela de 150 millones de pies cúbicos de gas, informó la policía este miércoles.
Este es el último de una serie de ataques contra la infraestructura petrolera del país atribuidos a las guerrillas izquierdistas.
El gasoducto Antonio Ricaurte transporta gas desde el campo Ballenas, operado por Chevron y la estatal petrolera colombiana Ecopetrol, al oeste de Venezuela.
La policía culpó del ataque, que tuvo lugar en un tramo de la tubería en la provincia colombiana al sur de La Guajira, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Las tuberías de 202 kilómetros de longitud y diámetro de 26 pulgadas, propiedad de Pdvsa, atraviesa 88,5 kilometros del territorio colombiano y el resto se encuentra en Venezuela. Costó 335 millones dólares para construir y tiene capacidad para transportar 500 millones de pies cúbicos de gas diarios.
Ecopetrol informó el lunes que el segundo oleoducto del país, el Caño Limón- Coveñas , había sido cerrado temporalmente después de tres atentados con bomba según se informó el martes. Otros ataques afectaron otras tuberías de aceite y petróleo.
Reuters