¿Dejar de fumar sin engordar?

¿Dejar de fumar sin engordar?

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¿Quieres dejar de fumar pero temes engordar? Entonces este programa es para ti. El método milagro no existe, pero una preparación adaptada para tu estilo de vida puede ayudarte a conseguirlo sin grandes sacrificios.

Para este plan en especial debes internalizar cinco pasos como reglas fundamentales, que te servirán de guía para tu meta. El consejo de los especialistas de Doctissmo, es sobrellevar una etapa a la vez, una vez dominada por completo avanzar a la siguiente, pero sin dejar de practicar la anterior, esa es la meta.

Paso 1: relájate

Aprende a respirar y relájate al menos una vez al día para airearte la mente: sumérgete en un baño de burbujas, escucha tu música favorita, haz jardinería, lee una buena novela. Piensa en hacer cosas que disfrutes y te hagan bien.

Para relajarte, recurre a técnicas de respiración profunda, meditación, visualización, yoga, shiatsu o reflexología. Adopta el método que más te convenga o combínalos.

Si puedes manejar mejor el estrés después de dos o tres semanas, estás lista para el siguiente paso. Ahora que estás relajada, debes encontrar tiempo para ti.

Paso 2: cuida de ti

Estar ocupada es una buena manera de olvidar el cigarrillo, pero también es importante encontrar tiempo para cuidar de ti. Reserva unas cuantas horas cada semana para hacer una actividad física o un pasatiempo. Tómate medio día para ir al cine, ir de compras con amigas o leer un buen libro.

Desde el comienzo de la semana, prevé por lo menos una hora o mejor medio día sólo para ti. Destácalo en rojo en tu agenda o calendario para que no se te olvide. El lema de esta etapa es “ser egoísta”, aunque suene a algo malo, en realidad se trata de aprender a quererte.

Piscina, salidas al cine, almuerzos, todo debe figurar en esta agenda. El objetivo es que tomes conciencia del tiempo que te dedicas y el placer que te producen estas actividades.

Paso 3: el reto

Para no aumentar de peso al dejar de fumar es indispensable controlar tu dieta. Anota tus observaciones respecto de tu dieta para poder realizar un seguimiento de tus progresos.

Durante dos o tres días anota todos lo que comes, sin modificar tu dieta habitual. Luego consulta con un nutricionista o guíate por las reglas de la dieta equilibrada que te ofrecemos.

Establece un horario de comidas para evitar picar entre horas. Come una barra de cereales y un yogur natural. Bebe por lo menos 1,5 litros de agua por día, con o sin gas. Utiliza hierbas y especias. Las frutas y verduras deben ser la base de tu dieta.

Paso 4: ejercita

En la serie de las buenas intenciones la práctica de actividad física regular es el ingrediente esencial para mantenerse en forma y combatir el estrés.

Para mantener la línea, asocia la diversión y el esfuerzo. Si suscribirte a un gimnasio te parece demasiado restrictivo, opta por un curso de zumba o clases de danza del vientre, patina o haz gimnasia acuática. Hay muchos trucos para quemar calorías en la vida cotidiana: subir escaleras y olvidar el ascensor, dejar el coche en el garaje para ir a comprar el pan, pasear por el parque o por la ciudad.

Recuerda: la regularidad del ejercicio es más importante que la intensidad. Ponte las zapatillas y pasa a la última etapa.

Paso 5: confirma los beneficios

Dejar de fumar es muy beneficioso, tanto a corto como a medio plazo. En 20 minutos, las pulsaciones del corazón vuelven a la normalidad. En 48 horas, el olfato y el gusto mejoran. En 72 horas, la respiración se hace más fácil y aumenta la energía. De 3 a 9 meses, el funcionamiento de los pulmones aumenta en un 10 %. En cinco años, el riesgo de sufrir de un ataque al corazón es dos veces menor que el de un fumador En 10 años, el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón es dos veces menor que el de un fumador. El riesgo de sufrir un ataque al corazón desciende al mismo nivel que el de una persona que nunca ha fumado. (Dotissmo)

Reglas de una dieta equilibrada
Para mantener la línea, he aquí las reglas de una dieta equilibrada que recomendamos sigas todos los días:

• Agua, de 1,5 a 2 litros.
• Un plato de feculentos en el almuerzo o la cena y pan en cada comida.
• Cinco raciones de frutas y vegetales (cocidos o crudos).
• Productos lácteos de tres a cuatro raciones, una de ellas, queso.
• Una ración de carne o uno de sus equivalentes (pescado, huevo, jamón).
• Un poco de mantequilla en la mañana y aceite de oliva virgen para condimentar las comidas principales.
• Si te gusta el dulce, consume dos productos con azúcar durante las comidas para evitar o reducir el antojo de dulce entre comidas. Ejemplos: mermelada en el desayuno o un trozo pequeño de chocolate al final del almuerzo o a la hora del té.

Información: Nueva Prensa de Guayana

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