El sorprendente fallecimiento ha saltado ahora a la prensa, y es recogido por el «Daily Mail», a raíz de la investigación que solicitió ante el Departamento de Salud el forense de Black Country, encargado de inspeccionar el cadáver de John Jackson, pintor de profesión y padre de cuatro hijos.
El forense ha declarado que «esta es una situación potencialmente muy peligrosa. El nivel de cafeína es enorme. Estoy convencido de que el señor Jackson no sabía que se iba a exponer a ese tipo de peligro».
La patóloga Dragana Cvijan, por su parte, ha asegurado que es la primera vez que se enfrenta a una sobredosis por cafeína. En su opinión, un factor decisivo fue el hecho de que Jackson presentaba una deficiencia renal, producto de un abuso de bebidas alcohólicas, que le impidió absorber la sustancia estimulante de forma adecuada.
La familia de Jackson, que reconoce que «amaba esos caramelos» ha pedido que se prohíba su venta, argumentando que podría ocurrirle lo mismo a un niño que comprara estos dulces, sin ser consciente del peligro que entrañan.