Un periodista chino cuya detención generó debate sobre el derecho a informar y provocó la intervención del regulador de la prensa reconoció haber publicado “informaciones no verificadas y falsas”, en una “confesión” difundida el sábado por la televisión estatal.
Chen Yongzhou, joven reportero de Xinkuaibao, diario popular publicado en Cantón (sur), fue arrestado la semana pasada por la policía de la ciudad de Changsha como sospechoso de haber “dañado la reputación de una empresa”.
En unas imágenes difundidas por la televisión CCTV, Chen, vestido con la chaqueta verde que suelen llevar los presos, dijo que había “inventado” sus artículos. Afirmó también que acepta “reconocer sus errores y mostrar su arrepentimiento”.
El reportero presentó luego “sus más sinceras excusas” a la empresa, Zoomlion, y a los accionistas, y también a su propia familia, manifestando su pena de haber dañado “la confianza del público en la prensa”.
En esta “confesión” televisada, muy preparada, el periodista de 27 años explica que se vio motivado “por el dinero”.
Chen reveló a la policía que “por pedido de terceras partes, había difundido de forma continua informaciones no verificadas y falsas” sobre el grupo Zoomlion, cuya cotización en Bolsa se vio perjudicada, indicó por su lado la agencia oficial Xinhua (China Nueva).
El periodista publicó en los últimos meses unos diez artículos, en los que acusaba a Zoomlion, una empresa de motores que cotiza en Hong Kong y Shenzhen, de balances fraudulentos y promociones ilegales.
El grupo, en el que el Estado tiene una participación del 20%, representa una parte importante de los ingresos fiscales de Changsha, capital de la provincia de Hunan. Precisamente la policía de esta ciudad detuvo al periodista el 18 de octubre en Cantón.
Según Xinhua, Chen recibió por sus artículos “primas” de hasta varias decenas de miles de yuanes (miles de dólares), por parte de “otras personas” que no fueron precisadas, y que le dieron “elementos” falsos para ser publicados.
El diario del joven reportero, Xinkuaibao, reclamó en varias ocasiones esta semana, en su portada, la liberación del periodista, precisando que había verificado la exactitud de sus informaciones.
Otros diarios del país se mostraron indignados por la detención, muy comentada además en las redes sociales.
Incluso el regulador chino de los medios se dijo el miércoles “muy inquieto” por la detención de Chen.
Un monitor de una cámara de video muestra al portavoz del Tribunal Popular Intermedio durante la promulgación de un fallo, el 24 de septiembre de 2012 en Chengdu, provincia de Sichuan, suroeste de China. AFP