El País: Llegó la harina. ¡Vente!

El País: Llegó la harina. ¡Vente!

El jueves pasado llegó la harina de maíz precocida al supermercado más grande del barrio Santa Cruz, al sureste de Caracas (Venezuela), donde las casas se amontonan sobre suelos inestables. Al pie de esa colina hay talleres mecánicos, ferreterías, una parada de autobuses y contenedores rebosantes de basura. Los habitantes se enteraron de la llegada de la harina sin necesidad de mirarse o hablarse. Es una práctica extendida entre los consumidores venezolanos: solo tienen que observar las bolsas que cargan los vecinos que vienen del supermercado para saber si están disponibles o no los productos que escasean. elpais.com /

Desde hace varios meses no se consiguen con facilidad la harina de maíz precocida en su presentación de un kilo —la base para cocinar las arepas, el plato típico venezolano—, el aceite, la leche en polvo y líquida, el azúcar, la mantequilla o el pollo. Hay que recorrer varios supermercados o comprarlos a los vendedores informales. Al desabastecimiento se suma la escasez. Ahora el promedio de escasez es del 20%, un porcentaje que no se había alcanzado en los cuatro años anteriores según los informes del Banco Central de Venezuela (BCV). Y desde 2005 el marcador no ha bajado del 10%, lo que indica que en Venezuela la escasez es ya crónica, de acuerdo con el economista Ángel Alayón. “Lo normal es 5%”, explica. En septiembre el índice trepó a 21,2% el segundo más alto del año.





Venezuela ha llegado a esta situación por una combinación de varios factores: un control de precios de productos esenciales vigente desde hace una década que solo es revisado por el Gobierno cuando estos no aparecen en los anaqueles; la sobrevaluación del tipo de cambio que fomenta las importaciones en desmedro de la producción local y el contrabando de extracción. Los productos venezolanos cruzan la frontera con Colombia pese a los esfuerzos que hace el Gobierno por evitarlo.

Rosa Delgado, una vecina de Santa Cruz que la tarde del jueves se acercó al supermercado, llevaba dos meses sin conseguir Harina Pan, la presentación producida por el gigante alimentario Alimentos Polar, la marca de su preferencia en harina precocida. Cuando vio a unos vecinos del barrio con el producto le pidió a su hijo Yonaiker Pico que la acompañara. Los bultos de harina estaban dispuestos de cualquier forma en el pasillo del fondo del supermercado sobre una paleta de madera. Yonaiker abrazó 12 paquetes. Como entre los dos no podían llevarse todos los paquetes, Yonaiker le escribió un mensaje de texto a su hermana. “Llegó la Harina Pan. Vente”.

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