Las elecciones legislativas celebradas hoy en Argentina han dejado en evidencia la pérdida de terreno del gobernante Frente para la Victoria que, a pesar de ser la fuerza política más votada a nivel nacional, fue derrotada en los cinco principales distritos electorales del país.
En solo dos años, el apoyo popular al kirchnerismo pasó del contundente 54% que permitió a la presidenta argentina, Cristina Fernández, acceder a un segundo mandato de gobierno, a un diluido 32% logrado hoy en las legislativas a nivel nacional, según los primeros resultados provisionales.
Este nivel de adhesión está seis puntos por encima del 26% obtenido en las primarias de agosto pasado y le alcanza al Frente para la Victoria (FPV) para conservar su mayoría parlamentaria, pero aún así es uno de los peores desempeños electorales del kirchnerismo desde su llegada al poder, en 2003, con Néstor Kirchner como presidente.
El resultado del oficialismo tanto en las primarias como en la elección de hoy es además uno de los peores obtenidos por una fuerza en el Gobierno en treinta años desde el retorno de Argentina a la democracia, que se cumplirán en diciembre próximo.
Solo el Gobierno del radical Fernando de la Rúa (1999-2001) logró un resultado peor en unos comicios legislativos, cuando obtuvo un 23,1 % en las elecciones de 2001, en vísperas de la crisis política, económica y social que sacudió Argentina.
En la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, el FPV obtuvo en los comicios de hoy el 31,8% de los votos, apenas un par de puntos por encina de lo que cosechó en las primarias, pero muy por detrás del 43,68% del opositor Frente Renovador.
Esta fuerza, liderada por Sergio Massa, un alcalde bonaerense y exjefe de Gabinete de Fernández, logró incluso mejorar en cerca de nueve puntos el desempeño que había logrado en las primarias.
Este triunfo le deja a Massa bien posicionado para pensar en una eventual candidatura presidencial de cara a las elecciones de 2015, aunque el alcalde, que cuenta con el respaldo de varios peronistas disidentes, no ha revelado cuáles son sus ambiciones políticas.
En la central provincia de Córdoba, segundo distrito más poblado del país, el FPV quedó en tercer puesto, con el 15,2%, al igual que en la provincia de Santa Fe (centro), tercer distrito electoral, donde obtuvo un 22,5%.
En esta última provincia el gran ganador fue el socialista Hermes Binner, quien obtuvo el segundo puesto en las presidenciales de 2011 y que podría volver a competir dentro de dos años.
En la capital argentina, la fuerza liderada por Cristina Fernández quedó también en tercer lugar, con alrededor de un quinto de los votos, tanto en la elección para diputados como en la de senadores.
En la ciudad de Buenos Aires, el triunfo fue para la conservadora Propuesta Republicana (Pro), liderada por el alcalde capitalino, Mauricio Macri, quien aprovechó la victoria para formalizar su candidatura presidencial para 2015.
Mientras que en la provincia de Mendoza (oeste), el quinto distrito electoral, el FPV quedó en segundo lugar, con un 27,03%, muy por detrás de la Unión Cívica Radical, que, con quien fuera vicepresidente de Fernández en su primer mandato, Julio Cobos, como principal candidato, obtuvo un aplastante 47,7% que también le deja bien parado para proyectarse a nivel nacional.
El FPV ya había sufrido una dura derrota electoral en las elecciones legislativas de 2009, cuando a nivel nacional obtuvo el 30,7% de los votos.
En aquellos comicios, fue el propio Néstor Kirchner quien encabezó la lista de candidatos a diputados por el oficialismo en la provincia de Buenos Aires, elección en la que quedó en segundo puesto, con el 32,1 % de los votos.
Dos años después, en las presidenciales de octubre de 2011, el oficialismo demostró su capacidad de recuperación al obtener un 54,1% de los votos para la reelección de Fernández.
En esos mismos comicios, el FPV logró el 57% de los votos en la provincia de Buenos Aires para los cargos legislativos nacionales, casi el doble del caudal de votos obtenidos este domingo en una plaza electoral clave para dar la batalla por la Presidencia. EFE