La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Coromoto pasó de ser un lugar para recuperación de los enfermos a la escena de un crimen el pasado jueves en la madrugada. Un enfermero del área violó a una paciente de 51 años, a quien acababan de operar de pólipos cancerígenos, publica el diario La Verdad.
Los familiares de la víctima informaron al diario La Verdad que el agresor, cuya edad oscila entre los 35 y 45 años, entró a la sala para asear a la paciente. Tras retirarle el tubo a la dama procedió a tocarla. Creyó que estaba bajo los efectos de la anestesia y la ultrajó. Ella estuvo consciente durante todo el acto, pero no hizo nada por temor a represalias.
El viernes en la noche la víctima le contó a sus familiares lo sucedido, quienes inmediatamente denunciaron la situación ante la directiva del centro asistencial y la Policía científica. Para ese momento, el enfermero ya había entregado su guardia y fue imposible localizarlo en las instalaciones del hospital.
Los allegados de la víctima decidieron sacarla del lugar contando con el visto bueno del médico tratante, pero los responsables del centro asistencial se negaron por recomendaciones de su departamento legal. Sin embargo, la firma de la especialista forense, que corroboró el delito, en la orden de alta cambió la situación.
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Hoy la mujer se encuentra recluida en otro sitio recuperándose de la intervención debido a que el shock de la violación y el trauma posterior intervinieron en el proceso.
Este rotativo obtuvo la descripción del presunto violador. Se trata de un hombre de tez morena, contextura delgada, cabello lacio y de 1,70 de estatura. Se conoció que comenzó a trabajar en el centro asistencial a mediados de este año y que además labora en una clínica privada.