La hija del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, Marina, de 47 años, reiteró hoy que no tiene “intención alguna de entrar en política” después de que la prensa italiana ha vuelto a lanzar la hipótesis de que será ella la heredera de su padre a los mandos del nuevo partido Forza Italia.
Durante todo el fin de semana, se volvieron a disparar los rumores de que Berlusconi estaba preparando la entrada en política de su hija mayor e incluso se afirmó de que sería el tema principal de la tradicional comida que mantiene la familia del exmandatario todos los lunes en la residencia de Arcore, cerca de Milán.
“Ante los enésimos rumores y reconstrucciones periodísticas totalmente alejadas de la realidad. Me siento, de nuevo, obligada a desmentir de manera tajante que no tengo alguna intención de entrar en política”, escribió Marina en un comunicado.
La primogénita de Berlusconi, presidenta del grupo financiero de la familia Finninvest y del grupo editorial Mondadori, agregó que tiene “gran respeto por la política”, pero ama su trabajo y las empresas con las que trabaja desde hace más de 20 años.
“Este es mi pasado, mi presente y este será también mi futuro. Os ruego que toméis nota de ello”, termina su comunicado.
El nombre de Marina Berlusconi había surgido ya en varias ocasiones para tomar las riendas del partido de su padre, sobre todo tras sus problemas con la justicia.
Tras la condena definitiva a Berlusconi a cuatro años de cárcel (que se quedarán en un año) y la inhabilitación a dos años por el delito de fraude fiscal en el caso Mediaset, el centroderecha busca un nuevo líder y esto ha hecho que se creasen especulaciones sobre la posible candidatura de Marina. EFE