Una joven estadounidense que nació con una enfermedad extremadamente rara, que la mantuvo como una niña de dos años toda su vida, murió a los 20 años de edad, dijo su padre a la AFP el miércoles. AFP
Brooke Greenberg, cuyo extraño trastorno es conocido como Síndrome X, generó expectativa entre los científicos sobre la posibilidad de resolver el secreto del envejecimiento.
La joven murió la semana pasada de una enfermedad pulmonar, dijo su padre, Howard Greenberg, en una entrevista telefónica.
“Vamos a recordarla cada día. Era una niña muy, muy, muy especial”, dijo.
Brooke, que vivía con sus padres y tres hermanas en Maryland (este de Estados Unidos), permaneció con el mismo aspecto desde los dos años. Sólo el cabello y las uñas le crecían, según un informe de la cadena ABC que contó la historia de la familia en 2009.
La joven tenía la capacidad mental de un niño de un año y pesaba alrededor de siete kilos.
La pequeña tuvo varias emergencias médicas durante su primera infancia, como úlceras de estómago, un aparente derrame cerebral y un inexplicable letargo que la hizo dormir una vez durante dos semanas.
En determinado momento le diagnosticaron un tumor cerebral y su familia comenzó los preparativos para el funeral, cuando de repente abrió los ojos y los médicos no pudieron detectar la existencia de ningún tumor.
A los 16 años, Brooke aún tenía algunos dientes de leche, viajaba en auto en un asiento de bebé y solía pasear en cochecito con su familia.
Brooke no podía hablar pero comunicaba sus deseos y necesidades con algunos sonidos y gestos, y sus hermanas dijeron en el informe de ABC que a veces se rebelaba como una adolescente.
Uno de sus médicos, Richard Walker, dijo a ABC que había visto cambios mínimos en el cerebro de la niña a lo largo del tiempo.
Si los científicos lograran descifrar la mutación genética que hacía a Brooke como era, quizás podrían probarla en animales de laboratorio para ayudar a descubrir los secretos del envejecimiento y la mortalidad, dijo Walker.
Su familia no estaba al tanto de que hubiera otros niños con la misma enfermedad de Brooke.
“Nos dijeron que su caso era uno en 6.700 millones de personas”, dijo el padre a la AFP. “Era un individuo único”. AFP