A cualquiera de ustedes le podría parecer exagerado ese título para esta reflexión semanal, pero es la triste realidad de la mayor parte de los venezolanos que día a día libran una lucha feroz por mantenerse activos y satisfacer sus necesidades. Esto parece la historia sin fin.
La mayoría de los venezolanos ya no viven, sino que intentan sobrevivir ante la avalancha de problemas que los arropan, angustian y desbordan en muchas ocasiones.
¿Quién no trata de sobrevivir en Venezuela ante la inseguridad desbordada? Todos vivimos a merced de un fenómeno que no respeta clase social, nivel de ingreso o militancia política.
Desde el más rico, hasta el más pobre vive cercado por la delincuencia que gobierna en Venezuela, si gobierna porque son ellos los que tienen el mando.
¿Quién no trata de sobrevivir ante el alto costo de la vida? Cada venezolano tiene su propia guerra personal porque sus ingresos ya no alcanzan para cubrir un alto porcentaje de sus necesidades, como consecuencia de un Gobierno que persiste en un modelo socialista errado.
¿Quien no intenta sobrevivir ante la profunda escasez de productos básicos? La vida diaria de los venezolanos ahora transcurre por varias horas en una cola o en un extenso recorrido para comprar desde harina pan, hasta fórmulas lácteas que desaparecieron como secuela lógica de una gestión gubernamental que todo lo que toca lo seca o desaparece.
¿Quién no intenta sobrevivir para mantener el empleo que tiene? Ya no importa cuanto gana o si te gusta lo que haces. Lo vital es si tienes un empleo que te permita obtener algún ingreso que siempre será menor a lo que cuesta sobrevivir en Venezuela.
¿Quién no piensa en emigrar para no seguir intentando sobrevivir? Me atrevería a decir que cada uno de ustedes que me lee, ha pensado seriamente en irse a otro país donde tenga esperanza de vida, donde pueda trabajar mucho pero obtener calidad y confort para su familia.
Y mientras la mayoría de los venezolanos sobreviven, el Gobierno tiene su propia batalla por sobrevivir en medio de una feroz lucha por mantenerse en el poder sin importar lo que cueste perseverar en un modelo socialista que se agotó. No importa si dejan el país quebrado y fracturado.
Pero lo peor es que al Gobierno sólo lo ocupa y preocupa sobrevivir ellos, sin que les importe como sobreviven los venezolanos. Esta gestión es una estafa al país. Una estafa en seguridad, empleo, educación, salud, infraestructura y sobre todo en la tan cacareada “soberanía alimentaria”.
Es tan grande la estafa que siguen engañando al paísal presentar un presupuesto calculado a 60 dólares por barril, cuando todo el país sabe que el precio real supera en promedio los 100 dólares por barril.Insisten en la práctica perversa de manejar buena parte de nuestros ingresos fuera del presupuesto ordinario y a través de los diversos fondos que manejan discrecionalmente.
Ese presupuesto paralelo es una burla a los venezolanos que necesitamos saber cuanto dinero de verdad maneja el Gobierno nacional. Esa oscura e irregular discrecionalidad, es un atentado contra la necesaria transparencia con la que debe manejarse el Tesoro nacional.
Los venezolanos intentamos sobrevivir en medio de tantos problemas y por la dantesca gestión de un Gobierno que tiene la brújula dañada ¿Somos o no un país de sobrevivientes? Tiene usted la palabra como un venezolano activo, racional y en dificultades.