La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) denunció hoy en un acto en Kabul que en algunas regiones afganas señores de la guerra “compiten entre ellos” para ver quién “abusa sexualmente” de más “niños”.
“En algunas regiones de Afganistán, señores de la guerra y hombres armados compiten entre ellos para ver quien retiene a más niños para abusar sexualmente de ellos”, dijo el director de la rama infantil de AIHRC, Babrakzai Zadran, según la agencia local AIP.
“Ha habido hombres que han llegado a retener incluso a tres o cuatro niños”, reveló Zadran, quien sentenció rotundo que esta práctica que “difama” a todos los afganos “debe finalizar”.
El director de la rama infantil de AIHRC anunció que su organismo está trabajando con varios sectores de la sociedad civil en un plan para poner fin a dicha práctica y que espera que pueda ser puesto en práctica en 2014, aunque no reveló más detalles.
Según un informe divulgado por AIHRC, el rapto y violación de niños se practica sobre todo en regiones del norte de Afganistán, especialmente en las provincias de Baghlan, Takhar, Jawzjan, Sari Pul y Kunduz.
Además, el presidente del organismo afgano, Surya Sabrang, llamó la atención durante el acto sobre las graves repercusiones que estas violaciones “totalmente prohibidas por el islam” tienen para la salud mental del menor.
“Cuando crecen, los menores que son retenidos para abusar sexualmente de ellos se sienten insultados y pierden todo tipo de respeto hacia la sociedad. Estos niños son en su mayoría pobres y carentes de educación”, explicó Sabrang.
El pasado mes de agosto, cientos de personas salieron a las calles en la provincia de Faryab, en el norte afgano, para protestar contra la violación en grupo y asesinato de un niño de 12 años cerca de unas oficinas gubernamentales.
El niño, identificado como Zabiulá, fue violado y asesinado por un grupo de individuos frente a un complejo gubernamental en la localidad de Maiman, donde se encuentran las oficinas del gobernador provincial y la sede regional de los servicios secretos afganos. EFE