Nicolás Maduro, después de haber estado “inspeccionando” los trabajos de perforación de la Línea V del Metro de Caracas, donde por ciertp afirmó que la “cara de Chávez” había aparecido en el túnel perforado, se dirigó al Palacio de Miraflores donde sostuvo una reunión con los Cancilleres de Mercosur. Maduro llegó con los pantalones sucios, embarrados, a la reunión. metiendo sus zapatos debajo de la alfombra. Para quien en cuido personal tiene una monumental partida en el presupuesto nacional demuestra precisamente lo contrario: Ni cuida su presencia, ni su agenda, ni su tiempo. No tuvo siquiera la iniciativa de “pasarse un trapito” por el pantalón para disimular semejante “tarjeta de presentación”. (LP)