Si creían que con mi artículo anterior estaba agotado el tema de lo que viene una madrugada de estas, se equivocaron…
La vieja y la nueva Venezuela se disputarían el poder antes y después del 8 de diciembre y no es cierto que en esa lucha estén representados los polos mediáticos que compiten en estas elecciones.
La realidad es que esa nueva estafa política del 8 de diciembre, solo representa un episodio deformado, apenas fantasmal, porque en esos comicios, si es que se llega a ellos, NO se expresan los intereses de la opción de cambio real, que creen representar quienes serían elegibles de la MUD Compañía Anónima, a quienes por supuesto les harán fraudes de todo tipo. Pero también es una engañifa para los conmilitones del gobierno delincuente en caída libre.
Realmente esas elecciones apenas son un paréntesis estorboso, en la lucha frontal por el poder, que en realidad se juega al interior de las FFAA, desde que la oposición abandonó la calle y todos los escribas y voceros de ella, se la pasan “Caprileando”, es decir llevando las ovejas al esquilado electoral semestral, que quedará como acto ritual suicida, sinónimo de oposición anodina, irresoluta y pusilánime, gozosa con sus aspavientos solo verbales y de avances en retroceso, si es que esa vaina existe.
Lo electoral es un paréntesis estorboso, porque simboliza una simulación ficticia del verdadero desencuentro sobre el poder, cuyo desenlace se hará violento.
Si Maduro obtiene su mayoría de Alcaldes, bendecidos por la alcahuetería de la MUD y Capriles, con semejanza a lo del 14 de abril, con algunos rezongos y chilliditos, pero con perruna presentación del vientre blando en señal de rendición, y ello fortalece la sonoridad de la auto presentación del cucuteño como: JEFE de Estado y de Gobierno y resalta su letrerito de COMANDANTE EN JEFE de las FFAA, eso no les conviene al ala militar del 4F, chavista sin Chávez, que anda en aprestos de sustituir en el poder a esta versión civil truculenta y desmejorada, y por sobre todo servil a los Castro, que exhibe una torpeza infinita en el manejo de la economía, ahora en escombros, con el raspado de olla final de la boliburguesia, con su ministro Ramírez a la cabeza.
Porque debe entenderse, alguna vez, que los GOLPES, bajo el signo de los tiempos del chavismo y de las manipulaciones del espionaje del G-2 cubano, que por cierto pagamos a precio de oro, ahora se llaman CESPPA, hegemonía uniformada sobre el poder civil, o derrumbe esperado, con empujoncitos incluidos que debe, un día de estos, hacerse visible quitando de en medio con cualquier excusa, la ya espectral figura del gobierno madurista, que apela a los fantasmas de Chávez para hacerse creíble, por lo menos ante el ala más fanatizada y devota del “gigante eterno”.
Maduro es estorboso para los que le preparan una re-edición del 4 F, sin la desviación de obsecuencia a los Castro que agarró por infinita torpeza, el comandante fenecido, tras el golpe frustrado, el 12 de abril de 2002 del inefable Carmona y su cúpula de resentidos y viudas de la Cuarta, de la que les tocaba la gran tajada de la renta petrolera, cuando hasta se permitieron acabar con los partidos que habían arruinado de tanto prostituirlos.
Es bueno aclarar, ya que tocamos el tema, que los sifrinitos que hoy reclaman el liderazgo mediático de la oposición del país, eran los polluelos del plan de Carmona, que NO ERA exactamente del liderazgo de la Cuarta, sino los que con la “anti política” pretendían sustituirlos asumiendo la TOTALIDAD del poder.
Estamos ahora, tras 13 años de intentos, en el éxtasis del liderazgo sifrino, a nombre de los grandes intereses de siempre, haciéndose supuestamente irremplazables en la conducción ruinosa de la oposición a este régimen piltrafa. Han sido cuentadantes de este régimen desde su inicio y quieren a como dé lugar que se les elija, para volver a las bellos tiempos de su aspiración y modelo, de ver el país dirigido por The Beautiful People. Se quedarán con los crespos hechos.
Simplificando al extremo: el régimen madurista y lo que representa Capriles y la MUD, son la Cuarta y la Quinta, y eso es lo que está desmoronándose.
Queda claro en este panorama, aún no percibido por los escribas oficiales de bando y bando, que ambos polos se ayudan como el ciego con el mudo amorochado, martillando gente, haciendo pareja de sobrevivencia entre los dos, para mantener a flote las iniquidades que conforman esta Venezuela modelada por estas camarillas de politiqueros de oficio.
Maduro y el PSUV, Capriles y la MUD, naufragan juntos y las elecciones solo buscan crear el artificioso escenario de su fortalecimiento conjunto aparente, y si algo tiene lógica, es que quienes estén pensando en evitar esto, apuraran los planes para dar el golpe de timón ante la amenaza real de caos que ya se asomó, y que las elecciones apenas disfrazan o postergan, por vía de percepciones acuñadas por la confluencia de intereses entre el gobierno madurista y la oposición de pacotilla, que temen ambos, dos, pares, juntos, a la vez, mutuamente, la solución militar a la crisis.
Los del 4-F, repotenciado no darán un “golpe clásico”, esperan solamente que Maduro se despaturre, se derrita, se descubra en su total inviabilidad y volatilidad.
Hay quienes creen que le asesoran y llevan a disparates para hacerle “pisar el palito”, como andar antes descubriendo líneas políticas en el alma del comandante transmigrada en pajaritos, como le enseñó SaiBaba, y ahora durmiendo sobre el sepulcro de Chávez, para obtener por “osmosis de tumba” , una vaina nueva, digital, el Know-How del poder reforzado, con el respaldo en fantasmas de apariciones, que solo nos han deparado la burla universal, porque de aprendizaje nada, porque siguen cada vez más tarados.
A duras penas, ambas clientelas en bancarrota, han tratado de ir convenciendo al país que debe recrearse, a como dé lugar, la polarización de marzo abril. Pero algo les dice a la generalidad ciudadana y a la inmensa mayoría de insatisfechos, que el fin de toda esta tramoya se acerca irremediablemente y que nada importante pasa por el escenario electoral. Por eso se prevé una abstención record.
Sin embargo en este escenario de lógicas llenas de imposturas, ficciones y ensalmes de brujos en bancarrota, Capriles, se hace de una reafirmación de jefatura, que venía desplomándose, para buscar con la campaña, un relanzamiento de su supuesta indispensabilidad de liderazgo para la oposición.
El trasfondo del mayor acuerdo secreto entre ellos, régimen y PJ en particular, es: “enfrentemos juntos las amenazas militares que nos dejarán desempleados a ambos”… y no les quito razón, porque efectivamente esto llegó “al llegadero”.
Al tratar de llegar, si o si, al 8 de diciembre, embaucando a nuestros fatalistas electores, resignados a jugar este juego de tahúres con cartas marcadas, hace que la llamada oposición brinde el mayor favor al malagradecido Maduro, quien busca aunque sea una victoria pírrica, que le acrediten ser tratado como presidente, lo que sigue sin lograr, y desmontar las amenazas que se ciernen sobre su cabeza, desde las filas mismas del chavismo y sobre todo desde el sector militar rojito, que está pasando de manos de Diosdado, al liderazgo y control del Ministro de Interior, el trisoleado que no deja de arrinconar a Maduro, día tras día, sobre todo después de hacerle firmar el famoso decreto que les permite prácticamente, con el CESPPA, de hecho a los beligerantes uniformados de rojo, hasta declarar a Maduro:“jarrón chino, de adorno reemplazable”.
A muchos siempre se les olvida que la política la inventó el diablo y no perciben como entre insultos y amenazas, no hay mayor concubinato descarado que el de la MUD, o lo que queda de ella, de obediencia perruna a Capriles y sus recursos, con los supuestos “enemigos mortales” del régimen, de los que en verdad son socios por mitad de acciones.
Esa sociedad se está jugando su suerte con las lecciones del 8 de diciembre, pero tras bastidores, en los cuarteles quieren borrarlos. Si Maduro por un azar llega a perder y se ve obligado a aceptarlo, no crean los virtuosos del sifrinaje que pasará algo distinto a tener que consentirles, muchos fraudes en muchas ciudades, postergando las codicias de las agallas insatisfechas de muchos prospectos de liderazgos regionales y locales.
Además, de todas formas se quedarán con lo crespos hechos, en la MUD y en el madurismo, para la celebración imposible, porque el desenlace no lleva a esa recomposición de la sociedad política con unas migajas más importantes para la MUD, sino a la sustitución de Maduro por parte del estamento militar del 4 F, que quiere reinventarse, con sobradas bases de sustentación en la propia cobardía de la oposición, y en la supuesta viabilidad de un nuevo plan, que dé una voltereta hacia la economía de mercado, abandonando a su suerte el estatismo y el castrismo aunque eso nos parezca sencillamente inviable, para esta fallida dirección a esta altura del partido.
De todas, todas, Maduro pierde y con él sus socios de la oposición oficial, desplazándose el aparente conflicto entre los portadores de la viejas clases políticas de la Quinta y sus auxiliares retoños de la Cuarta, hacia lo que representa la verdadera confrontación inevitable que desde la muerte de Chávez se abre paso firme para oponerlas como propuestas alternativas que provendrán, o ya provienen TODAS, desde el sector militar, que han ido copando enormes espacios del poder de Estado, pero que hasta ahora se han obligado al silencio, o a ser siguises del clientelismo político del PSUV.
Pero nada, de este juego de conductas demostrables e hipótesis tendría posibilidades reales de ser observable, y no como cometas de paso distante e inocuo, sino como caída de gran meteorito sobre la cabeza del país, sino declarásemos abiertamente nuestra convicción que las rectificaciones militares, desde el campo del chavismo originario, aunque se digan nacionalistas y partidarios de sacar a los esbirros cubanos y emanciparnos de ese ruinoso coloniaje, YA NO SON VIABLES, como proyecto de futuro, sino como muestra de una agonía final del régimen, del cual aún son parte y del que aspiran ilusamente ser herederos, por caída del boxeador grandulón designado, que no agarra señas, porque no le da la sesera aturdida o carenciada.
La solución militar-civil de fondo, que quiere abolir este régimen y no reformarlo, es la que realmente temen Maduro y Capriles y también los de la cúpula militar (4F) chavista del poder central, que pretenden fabricarse como alternativa ante la caída libre de Maduro, y que ha desplazado su eje desde el teniente Diosdado al General Rodríguez Torres.
Pero si no lo saben déjenme decirles que si tomaran el poder seria por unos días, porque sencillamente se hicieron INVIABLES, desde todo punto de vista.
Sería algo así como un pre-golpe, que tendría que entregarle, casi de emergencia, a quienes representen una nueva legitimidad. Y el país tendrá que entender que esa nueva legitimidad, parte de un ESTADO DE NECESIDAD, porque el país se habría hecho inviable y que además NO tendrá su origen en elecciones honestas, mientras no volvamos a contar con nuestras Partidas de Nacimiento auténticas y las correspondientes Cédulas de Identidad, sin el perraje que nos coleó el chavismo en el REP, desde las nóminas que pagamos de sus socios políticos a través del cable submarino con Cuba y desde las zonas geográficas bajo control de las narco-FARC colombianas.
Si se me perdieron en el camino les resumo: Maduro esta caído, y si llega a las elecciones sería para sostener una ficción de permanencia en el poder, que de todas maneras y como rehén del ala militar chavista se arruinaría en poco tiempo.
En esta tarea de fortalecer el régimen, Capriles y la MUD ayudan poderosamente a Maduro, como partenaire electoral alcahuete del CNE fraudulento.
Mientras esto sucede, el ruido de fondo del más grande de los sismos, profundo y poderoso, será sentido teniendo a la vista del más gigantesco tsunami político militar en seis décadas, que arrasará esa Venezuela del bochinche y de la política ejercida como oficio de ladrones, depredadores y vagos ideologizados e idiotizados, tras quimeras que nos han costado devolvernos medio siglo hacia el atraso y al caudillismo de miserables.
Para despecho de ignorantes y de ritualistas del democratismo formal, que les dio renombre y que ahora se solazan desprestigiando la totalidad de la FFAA, como si fueran peores que la canalla política civil de toda esta época, confieso que aunque fuese otra quimera, lo único que nos queda como esperanza, es que la institucionalidad de esas FFAA asuma la dirección del país contra toda la lógica de escépticos y contra las tesis que las embarran de irresponsabilidad, por haber defendido la Constitución y el régimen, que auspiciaron o alcahuetearon los “amos del valle” o por lo menos sus acobardados pimpollos políticos.
La hora de Un Nuevo Orden está planteada sin vuelta atrás, y lo realmente nuevo será construido sobre las ruinas de la Quinta que se derrumba y de la Cuarta que no hay que dejar volver.
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