Partiendo de resultados concretos, la contienda en el municipio Libertador – Caracas, estará configurada por Ismael García Vs Jorge Rodríguez, el primero es el candidato de la MUD y el segundo es el candidato del Gran Polo Patriótico, Ismael es el candidato de Henrique Capriles y Jorge es candidato de Maduro, dos líderes con filosofías enfrentadas, dos políticos con responsabilidades tangibles en misión y gestión, dos personas con enfoques opuestos de lo que debe ser un municipio.
Son más 10 años de gobiernos rojos rojitos y los habitantes de la capital venezolana viven en la incertidumbre de su propia existencia, la cuarta no fue perfecta, pero fue menos ineficiente en sus gestiones públicas, según los resultados.
La alcaldía del municipio libertador es un codiciado trofeo para ambos comandos de campaña, Simón Bolívar y Bolívar – Hugo Chávez, por ser asiento de los poderes públicos nacionales. Este municipio siempre se ha caracterizado por ser irreverente ante sus autoridades administrativas, es decir alcaldes. La ciudad de Caracas, en su dinámica se encuentra muy compleja, basta ver sus indicadores según la opinión de los caraqueños:
Este resultado se convierte en una verdadera problemática, porque se observa que la gestión del alcalde Jorge Rodríguez la gente la considera mala hacia muy mala y con tendencia a seguir creciendo esta apreciación, por supuesto que esta realidad de percepción es vinculante con la intención de voto hacia un cambio de gobierno municipal.
Sin embargo, las estrategias electorales ya están en la calle, la oposición está representada por el diputado Ismael García, además, se apoya en liderazgo de Henrique Capriles, mientras el candidato del oficialismo es Jorge Rodríguez, quien aprovecha los medios de comunicación y el poder del gobierno de Maduro, apuntalado en imágenes del ex mandatario Hugo Chávez para ofrecer su envejecida imagen con la intencionalidad de reelegirse como alcalde del municipio Libertador, no obstante, el apoyo de Maduro no parece tan deseado en la estrategia de captar votos, los indicadores aseguran que esta raspado a nivel de gestión, según nuestros estudios de opinión.
Observando esta realidad, analizándola y proyectándola hacia el 8/D, la oposición debe estar clara que el voto duro hacia la revolución en todos los contextos locales, se mueve entre 30% y 35%, es decir que la maquinaria y la variable abstención, son dos factores que estarían en la estrategia final chavista, apuntalado en la psicología del voto, cuando el 8 de Diciembre se declare día de la lealtad hacia el presidente Chávez.
Director de la consultora Hernández Hercon
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