Ya es una realidad la utilización de desechos en la generación de electricidad, utilizable en hogares, empresas e incluso alumbrado público. Hoy, es posible gracias a la tecnología de las plantas Jenbacher desarrolladas por General Electric y ya comenzó a aplicarse en varios países de Centroamérica, a la vanguardia en reutilización.
Basura, sí, simple basura casera y desperdicios sólidos de las poblaciones. Los productores innovadores de energía han aprendido a generar electricidad usando los desperdicios, una práctica ya presente en Centroamérica y que se está extendiendo y toma fuerza en muchos otros países. De hecho, en Noruega ya no cuentan con suficiente basura y están considerando importarla de Estados Unidos para generar más energía limpia.
Países como Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala generan actualmente más de 15 megawatts con las plantas Jenbacher de General Electric que utilizan el biogás procedente de aguas servidas de alcantarillados municipales, aguas residuales procedentes de procesos industriales (como el de la obtención del aceite de palma) y rellenos sanitarios en vertederos de basura. Estas operaciones, usadas principalmente por empresas privadas, permiten una recuperación de energía con un alto impacto medioambiental, al convertir desechos en energía limpia, y alto impacto financiero, al destinar esta energía al autoconsumo, disminuyendo de esta forma la factura eléctrica convencional.
Vertedero de Nejapa, El Salvador
En mayo de 2011, se puso en marcha en Nejapa una planta de generación eléctrica de 6 Megawatts para aprovechar el gas metano procedente del vertedero más grande de El Salvador, trabajado por medio de plantas Jenbacher de General Electric. El proceso de construcción inició en el año 1999 y desde entonces acumula más de 6 millones de toneladas de basura que se espera crezcan hasta los 12.5 millones en 2024.
Hasta el momento el proyecto de generación eléctrica por medio del biogás ha permitido reducir entre 2006 y 2010 753,560 toneladas de dióxido de carbono, mitigar los malos olores, los incendios y el movimiento subterráneo de estos gases hacia poblaciones o asentamientos cercanos.
Los beneficios sociales que un proyecto de estas características ha traído a El Salvador son la mejora medioambiental del área y de las condiciones de salud de sus pobladores, la creación de nuevas oportunidades para el desarrollo económico gracias a la colaboración del Ministerio de Desarrollo, la contribución a la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la experiencia para replicar proyectos similares tanto en El Salvador como en el resto de Centroamérica.
Gran Experiencia Internacional
Al igual que ocurre en Centroamérica, muchas han sido las empresas y gobiernos que han apostado por la tecnología de General Electric para producir energía por medio de la combustión de biogás, procedente de aguas residuales domésticas e industriales y de vertederos de basura, entre otros.
Otro caso de éxito es el de la Universidad de British Columbia en Vancouver, institución que abrió una planta de quema de gas; la misma usa como materia prima pedazos y astillas de madera provenientes de los alrededores de la ciudad. La planta está utilizando una máquina de gas Jenbacher del portafolio Ecomagination de GE. La maquinaria genera suficiente calor y electricidad para proveer energía a 1,500 casas y proveerá hasta el 12% de calor que necesita el campus universitario. Además reducirá la emisión de gases de invernadero de la universidad en un 9%, el equivalente a eliminar 1,000 carros de la carretera.
Mundialmente se está extendiendo un movimiento en el que granjeros, cerveceros, hospitales y escuelas están construyendo pequeñas plantas energéticas eco amigables en sus patios y generando electricidad a partir de suero de queso, agua con levadura desechada de cervecerías, cáscara de arroz, madera e incluso de almuerzos escolares desechados, todas sustancias orgánicas que se convierten en biogás en las máquinas omnívoras Jenbacher de GE. El resultado: Megawatts de electricidad más económica y limpia para sus empresas o para vender al mercado.
Importancia del biogás
El Biogás está compuesto por un 50% a 60% de Metano, entre un 35% y un 40% de Dióxido de Carbono, de 0.5% a 5% de Nitrógeno, de 1% a 3% de Hidrógeno y aproximadamente un 0.1% de Sulfuro de Hidrógeno además de trazas de vapor de agua.
Con un metro cúbico de biogás se puede generar hasta 22,000 BTU/m3 de energía calorífica o de 1.6 hasta 2.2 kwh de electricidad lo que equivale a aproximadamente 6,25 kwh de energía, a 0.6 litros de diesel, a 1,43 kilos de madera o a 0,7 kg de carbón.
Con su energía se pueden generar hasta 6 horas de luz con una bombilla de 60w, poner a funcionar un refrigerador de un metro cúbico de capacidad durante 1 hora completa o hacer funcionar un motor de un caballo de potencia durante dos horas.