Opep ve pérdida de participación ante auge de esquisto y más producción de rivales

Opep ve pérdida de participación ante auge de esquisto y más producción de rivales

El edificio de la Opep en Viena (Foto Reuters)

La OPEP perdería casi un 8 por ciento de su participación de mercado en los próximos cinco años debido al auge del esquisto y de otras fuentes energéticas que elevarán el suministro de sus rivales, impidiendo que el grupo de exportadores saque gran beneficio de la creciente demanda mundial, reseña Reuters.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo ha sido más lenta que otras en reconocer el impacto que está teniendo en el suministro la fractura hidráulica o “fracking”, que es la inyección de agua y químicos a alta presión en formaciones rocosas para recuperar reservas previamente inaccesibles.

En su perspectiva mundial anual, la OPEP dijo que espera que la demanda global por su crudo promediaría en 29,2 millones de barriles por día (bpd) en el 2018, una baja de 1,1 millones de bpd desde el 2013, ante un alza de la oferta fuera del cartel.





La OPEP estimó además una caída aún más grande en la demanda de su petróleo a 28 millones de bpd en el 2018, un 7,6 por ciento menos que este año y 2 millones de bpd por debajo de lo que produce actualmente.

“No hay una escasez de petróleo y los recursos son abundantes”, dijo el secretario general de la OPEP Abdullah al-Badri en el informe.

“La creciente demanda global de petróleo está apoyada por una diversidad de fuentes de suministro en expansión”, agregó.

La OPEP, que posee el 80 por ciento de las reservas convencionales de petróleo del mundo, quiere que los precios se mantengan alrededor de lo 100 dólares el barril, que en términos nominales es casi cuatro veces su nivel de hace una década.

Los precios más elevados han ayudado a hacer que una gama más amplia de suministros sea comercialmente viable, lo que incluye la fractura hidráulica, la extracción de crudo de arenas bituminosas y pozos petroleros convencionales en lugares más remotos y reservas más difíciles de explotar como las que se encuentran en aguas ultraprofundas.

Esquisto no preocupa

El auge del crudo no convencional en Estados Unidos ha replanteado el mapa del comercio de petróleo. Nigeria y su socio en la OPEP Argelia han sentido el efecto, perdiendo terreno mientras que la producción de Estados Unidos está creciendo y se aproxima al del principal productor mundial, Rusia.

Pese a esto, la OPEP, en su informe, no se muestra preocupada por el petróleo no convencional y asegura que la producción disminuiría después del 2020 ante un rápido declive de los pozos, preocupaciones ambientales y alzas en los costos.

Hasta ahora, la producción de crudo no convencional en Estados Unidos ha seguido creciendo, desafiando predicciones de que llegaría a un punto de inflexión.

El crudo no convencional está despertando el interés y la actividad en todo el mundo, que incluye al principal productor de la OPEP Arabia Saudita, que se está preparando para usar gas no convencional para generar energía.

“Además del potencial para una expansión más rápida del suministro del petróleo de esquisto norteamericano, también hay recursos adicionales de petróleo no convencional en otros países fuera de la OPEP, particularmente en Rusia, Argentina y China”, dijo el informe.

La producción de otros líquidos de crudo y gas natural también podrían mostrarse más fuertes de lo esperado en Brasil y Rusia, agregó.

Demanda en alza

Ediciones previas del reporte de la OPEP no previeron un aumento importante en los suministros por la producción de petróleo de esquisto, aunque el informe del año pasado reconoció por primera vez que el impacto podría ser “significativo”.

Aunque la OPEP considera que su participación de mercado está bajo presión, la demanda global de petróleo a largo plazo se está beneficiando de un panorama económico más saludable.

En su informe, la OPEP proyectó que la demanda global de petróleo llegaría a 92,5 millones de bpd al 2016, unos 400.000 bpd menos de lo previsto en un reporte el año pasado.

Al 2035, la OPEP estima un consumo de 108,5 millones de bpd, 1,2 millones más que en el reporte del año pasado. La demanda fue de 88,9 millones de bpd en el 2012.

Los suministros de petróleo de los países fuera de la OPEP llegarían a 57,3 millones de bpd al 2016- frente a 56,6 millones previstos en el informe del año pasado. En el 2018, los suministros alcanzarían los 58,6 millones de bpd.

Al igual que el petróleo de esquisto, se espera que el combustible que se extrae de las arenas bituminosas en Canadá, la región del Mar Caspio y Latinoamérica, así como Brasil y Europa, contribuyan a la expansión de la oferta.

OPEP cuenta con un techo de producción de 30 millones de bpd y se reunirá el 4 de diciembre en Viena para decidir si ajustará su nivel de bombeo. Con el petróleo cotizando por encima de los 100 dólares por barril, es improbable un cambio, han sostenido delegados de la OPEP.

Reuters