El método de ahorro familiar parece una práctica extinta en los hogares venezolanos del siglo XXI. El encarecimiento de los productos y servicios, aunado a la abismal diferencia entre los dos mil 973 bolívares de salario mínimo, y el costo de la canasta básica familiar que supera los 10 mil bolívares, dificulta a algunos ciudadanos guardar sus “cobritos” en la alcancía. La Verdad
El sacrificio se convierte en el modo de vida para quienes asumen como un reto economizar, tener al menos dos trabajos es una condición indispensable para todo aquel ciudadano que desea ahorrar.
“La única forma que yo tengo para ahorrar es dejar de comprar una cosa este mes y gastar solo en lo necesario para guardar así sea 200 bolívares, pero de verdad es bien difícil, es casi una misión imposible” explica Arianny Medina, empleada de mantenimiento, que trabaja más de ocho horas diarias para “medianamente vivir tranquila” junto a su familia.